El Romancero de Miguel de Madrigal





Ocurre a veces que sin buscarlo nos encontramos, casi por casualidad, con algún tema interesante el cual ni sospechábamos que existía; esto es lo que me ocurrió a mí con el artículo que hoy les presento, ya que hasta hace varias semanas nada hubiera podido comentar del mismo puesto que desconocía la existencia tanto del romancero objeto de mi estudio como de su recopilador, Miguel de Madrigal.

Todo empezó cuando un amigo mío me comentó que había comprado en Madrid un romancero en el cual aparecían varias obras referentes a nuestra ciudad. Espoleado por la curiosidad le pedí que me prestara los dos tomos de los que consta la obra, cosa a la que él accedió y gracias a la cual puedo hoy dar a conocer este curioso trabajo.

La obra en cuestión es una reedición moderna de la Segunda parte del romancero general y flor de diversa poesía, de Miguel de Madrigal, publicado en Valladolid en 1605 en la imprenta de Luis Sánchez1.

A pesar de mis investigaciones no he podido averiguar el menor dato biográfico de este para mí desconocido Miguel de Madrigal, lo que me hace pensar que debió de ser un literato muy de segunda fila. Lo único cierto, además de lo expresado en el párrafo anterior, es que Madrigal no fue el autor de los romances, sino un simple recopilador. Estas obras son, por lo tanto, anónimas, lo que no desmerece en modo alguno el interés de las mismas.

Y comenzamos con una estrofa extraída del romance titulado Yo no se para que escriuo, en el que se relata la vida de un hombre que viene a Alcalá2:


Puseme mis dos camisas
y salime de Toledo,
fuyme a Alcala de Henares,
y entre a seruir vn Colegio.


También pertenece a un romance, titulado Ya yo he dado en gentilhombre, la estrofa que transcribo a continuación, estrofa que no es precisamente amable con nuestra ciudad3:


A Dios villa de Alcalá,
libreme el cielo de ti,
de tu calle de la Imagen,
adonde todo es barniz.


Confieso que me gustaría mucho conocer la razón de la inquina del anónimo autor del romance hacia una de las calles más bellas de nuestra ciudad, pero mucho me temo que me quedaré con las ganas de saberlo. Así que, sin más dilación, paso a relatarles la siguiente cita, también una estrofa del romance titulado Si atendeis que de los braços, obra en la que se relata el enfrentamiento entre el Cid y el rey Alfonso VI a causa de la famosa jura de Santa Gadea, enfrentamiento que pone en boca del rey las siguientes palabras4:


Al de Alcala contrariastes
mis treguas, paz y conciertos,
bien si como al querer mio
tuuierades por tan vuestro.


En el siguiente romance de la recopilación, titulado Tengo vos de replicar, leemos la respuesta del caballero castellano a su señor5:


Lo fecho en Alcala vedes,
non lo que fize primero,
y es mal juzgador quien juzga
Sin notar todo el processo.


A continuación nos encontramos con un soneto con estrambote titulado Atambores y trompas belicosas, soneto que transcribo en su totalidad6:


Atambores y trompas belicosas,
Al desplegar el alua el blanco manto,
En Alcala tocaron, y fue tanto,
Que se oyo en las regiones mas vmbrosas.

Las vezinas comarcas temerosas,
Mouidas del marcial estruendo y canto,
A su clamor vinieron con espanto,
Cargadas de las armas mas costosas.

Salieron de Alcala dos mil infantes,
Con otros tantos de armas, caualleros,
En mulas, postas, hacas y rocines.

Qual de malla calçaua ya los guantes,
Qual tentaua a la espada los aceros,
Quando a rebato tocan los clarines.

Pluma, no desatines,
Sin dezir para quien estos se armaron,
Pues fue contra los lobos que no hallaron.


No acaban aquí las citas de interés, ya que el romancero recoge también referencias a nuestro río, como es el caso del romance titulado El desterrado vendido7:


El desterrado vendido,
melancolico contempla
el tributo que Henares
en agua da a sus riberas.
Mira el reciproco fluxo
la alterna correspondencia,
bañando de agua las playas
porque le encubren las sierras.
Dize al presuroso rio:
Todos rendidos ofrenda,
tu a la madre vniversal,
mis ojos a tu Fulgencia.
Y aunque es sacrificio aguado,
son ofrendas de pureza,
agua ofrecemos los dos,
yo a mi cielo, tu a tu tierra.


También un romance es el titulado Pves que soys Angel, Lisarda, al cual pertenecen estos dos fragmentos8:


Y vos Henares famoso,
lleuad en llanto mis quexas,
mi soledad, mis suspiros,
y aquestas lagrimas tiernas.
Al Angel bello que adoro,
gloria de nuestras riberas,
pues fueron patria dichosa
de su diuina belleza.

(...)

Assi de verdes laureles
coronandoos la cabeça,
los mas celebrados rios
os paguen parias inmensas.
Y assi los cristales puros,
que producen vuestras venas,
jamás los embargue el yelo,
ni su corriente detenga.


Esta vez le toca el turno no a un romance, sino a un soneto de tema pastoril titulado De vos ausente dulce, dueño mio del que he extraído el segundo cuarteto, que dice así9:


Con lagrimas aumento el claro rio
De Henares, cuya margen viuo, en tanto,
Que a mi dolor atienda el cielo santo,
Y cesse de aquexarme el hado impio.


Concluyo esta recopilación con una referencia al modesto Torote aparecida en el romance titulado Despuntado he mil agujas10:


Conjurado se han los tres
de hazer al triste çote
vezino de las riberas
de Xarama ò de Torote.


Esto es todo, salvo error u omisión, lo que aparece en el romancero de Miguel de Madrigal haciendo referencia a Alcalá o a sus alrededores. No conozco a ningún autor, alcalaíno o foráneo, que haya recopilado anteriormente a estas poesías de una manera independiente, por lo que estimo que este artículo puede servir Como pequeña contribución a la historia literaria de nuestra ciudad, mucho más importante de lo que los propios alcalaínos solemos suponer.




1 Miguel de Madrigal. Segunda parte del romancero general y flor de diversa poesía. Edición de Joaquín de Entrambasaguas. Biblioteca de antiguos libros hispánicos, serie B, vol. III (tomo I) y vol. IV (tomo II). Instituto de filología hispánica Miguel de Cervantes (CSIC). Madrid, 1948.
2 Op. cit., tomo I, pág. 19.
3 Op. cit., tomo I, pág. 36.
4 Op. cit., tomo I, pág. 276.
5 Op. cit., tomo I, pág. 279.
6 Op. cit., tomo II, pág. 231-232.
7 Op. cit., tomo I, pág. 143.
8 Op. cit., tomo II, pág. 102-103.
9 Op. cit., tomo II, pág. 276.
10 Op. cit., tomo I, pág. 162.


Publicado el 19-1-1985, en el nº 934 de Puerta de Madrid
Actualizado el 23-6-2006