El tapiz del palacio portugués de Mafra



El pasado mes de agosto, durante mis vacaciones en Lisboa, tuve ocasión de visitar el imponente palacio-monasterio de Mafra, situado a poco más de cuarenta kilómetros de distancia de la capital portuguesa. La visita resultó interesante, por supuesto, pero lo que me llamó poderosamente la atención fue un tapiz colgado en una de las salas.

El motivo del tapiz me sonaba mucho, así que le hice unas fotografías y, de vuelta en casa, las comparé con las que conservo de los antiguos tapices de la Magistral desaparecidos durante la Guerra Civil. Para satisfacción mía, pude comprobar que no me había fallado la intuición, siendo el tapiz en cuestión uno de los pertenecientes a la serie dedicada al rey Salomón y, más concretamente, al alusivo al recibimiento de la reina de Saba.

Aunque en ningún momento llegué a considerar que pudiera tratarse del mismo tapiz, una hipótesis impensable al pertenecer el portugués a una antigua colección real, sí entraba dentro de lo posible que ambos compartieran un mismo diseño; al fin y al cabo, y a diferencia de los cuadros, los tapices no eran ejemplares únicos, sino que formaban parte de series más o menos largas realizadas a partir de un cartón que les servía de modelo.

Y ahí sí que ambos tapices, el alcalaíno desaparecido y el de Mafra, parecen haber compartido origen, ya que sus similitudes son demasiado grandes como para podérselas atribuir a la casualidad. Sin embargo no se trata de dos tapices idénticos, ya que basta con una comparación detallada de las dos fotos -lamentablemente la de blanco y negro no tiene suficiente calidad- para apreciar la existencia de diferencias entre ambos.




Tapiz desaparecido de la Magistral complutense




Tapiz del palacio de Mafra


La diferencia principal está en la orla que los rodea, completamente diferente en los dos tapices y, en apariencia, más historiada en el alcalaíno, lo que resulta suficiente para confirmar la hipótesis que he estado manejando. En cuanto al tema central, y hasta donde nos permite apreciar la fotografía en blanco y negro, parece ser idéntico al menos en lo que respecta a las figuras principales, aunque hay algunos detalles secundarios, tales como los pliegues de los cortinajes o las cabezas de los personajes que aparecen en segundo plano, en los que aparentemente parecen existir algunas pequeñas diferencias.

En cualquier caso, y gracias al color, el tapiz de Mafra nos permite hacernos una idea muy precisa de cómo debió de ser el alcalaíno, lo cual no es poco.




Ver también:
Los tapices de la Magistral
El tapiz de la película El sol en el espejo


Publicado el 6-9-2012