La presencia de Elio Antonio de Nebrija
en su ciudad natal de Lebrija





Fachada del Ayuntamiento de Lebrija con el mural dedicado a Nebrija



Uno de los principales humanistas españoles e incluso europeos fue sin duda Elio Antonio de Nebrija, nacido en 1441 -según otras fuentes en 1444- en la localidad sevillana de Lebrija y fallecido en Alcalá el 5 de julio de 1522.

Pese a que este artículo no está dedicado a su biografía sino tan sólo al homenaje que le rinde su ciudad natal, podemos recordar que es famoso principalmente por ser el autor de la primera Gramática Castellana en 1492, aunque su actividad fue ingente y abarcó numerosos campos, entre ellos su colaboración como latinista en la Biblia Políglota Complutense. Asimismo, llamado a Alcalá por el Cardenal Cisneros, fue profesor en la recién fundada Universidad, siendo enterrado en la Capilla de San Ildefonso desconociéndose la ubicación de su tumba.

Nebrija se llamaba en realidad Antonio Martínez de Cala y Jarava, pero siguiendo la costumbre de su tiempo le añadió el sobrenombre latino Elio, tomado de su paisano el emperador Adriano -Itálica se encuentra a poco más de setenta kilómetros de distancia de Lebrija-, cambiando asimismo sus apellidos por Nebrija en alusión a Nebrissa Veneria, la población predecesora de la actual Lebrija. Y, dado que se trata del hijo más ilustre de esta localidad marismeña, no es de extrañar que su recuerdo perdure en ella a diferencia de Alcalá, donde no contaba con más homenaje que la calle que lleva su nombre, un medallón en el Salón Noble del Ayuntamiento y un colegio público, mientras la celebración del centenario de su muerte tan sólo aportó una lápida de bronce en la Capilla de San Ildefonso donde fue enterrado y otra conmemorativa en el parque O’Donnell, dejándose pasar la ocasión de erigirle una estatua o un monumento como sí se hizo en su ciudad natal.




Detalle del mural


En la fachada del Ayuntamiento lebrijano, situado en la plaza de España, campea un artístico mural de azulejos policromados fechado en 1922, año en el que se cumplió el cuarto centenario de su muerte. Con un diseño típico de la época, representa a una figura alegórica femenina que sostiene un libro en la mano derecha y una corona de laurel en la izquierda con la que señala una cartela, a modo de pergamino, en la que se lee la siguiente frase:


Lebrija,
en honor y gloria
de su insigne hijo
el gran humanista
Antonio de Nebrija.
Año MCMXXII.


Al fondo se aprecia una vista de la ciudad en la que destaca la airosa torre de la iglesia de Santa María de la Oliva, inspirada en la Giralda sevillana y, bajo ella, el escudo heráldico de la ciudad. En la parte superior de la cenefa que bordea el conjunto aparece un escudo con la inscripción:


POR ACUERDO CAPITULAR DE 12 DE JULIO
SIENDO ALCALDE D. MIGUEL GUTIÉRREZ VARELA
Y SECRETARIO D. FERNANDO DOMÍNGUEZ DE CEPEDA


Por último, en la parte inferior aparecen la firma del autor, E. Orce -el ceramista sevillano Enrique Orce Mármol (1885-1952)-, junto con una nota que indica que la obra está basada en un croquis de J. Vals, a quien no he podido identificar, así como el lugar en el que fue realizado, la fábrica de M. Ramos Rejano de Sevilla.

Cerca de allí, en la esquina que forman las calles Arcos y Andrés Sánchez de Alva, un edificio de viviendas aprovecha el chaflán curvado de la fachada para reproducir un segundo mural cerámico de formato alargado cuyo elemento principal es un retrato de Nebrija copiado de un grabado perteneciente a la serie Retratos de españoles ilustres impresa en 1791, con el añadido de una vista panorámica de la población de nuevo con la torre de la Oliva en primer plano.


Mural de la calle Arcos


Aunque el estilo de este panel es muy similar al del Ayuntamiento en realidad es mucho más reciente, ya que está fechado en 1990. Se completa su diseño con una profusa decoración de estilo renacentista que incluye un retrato del también lebrijano Juan Díaz de Solís, descubridor del Río de la Plata, la reproducción del conocido cuadro de Francisco Pradilla La rendición de Granada, no tengo claro a santo de qué como no sea por el protagonismo en el mismo de su protectora la reina Isabel la Católica y por último la frase que lo remata:


A ELIO ANTONIO DE NEBRIXA, JUAN DIAZ
DE SOLIS, y a todos los hijos de Lebrija que contribu-
yeron a la difusión de la Lengua Española y el Descu-
brimiento de un Nuevo Mundo.


Vista general del monumento y lápida conmemorativa de su erección


En una plazuela contigua a la plaza de España se alza su estatua. Es obra del escultor José Lafita Díaz (Sevilla, 1887-1945), y fue ejecutada en 1944 según la fecha que figura en el pedestal coincidiendo con el quinto centenario de su nacimiento, aunque no fue inaugurada hasta 1946, con su autor ya fallecido. Está realizada en bronce y le representa en posición sedente, con un libro abierto en la mano y tocado con su característico bonete cilíndrico. El pedestal, de forma prismática, está compuesto sillares de arenisca flanqueados por cuatro columnas corintias de mármol blanco y coronados por un friso con relieves platerescos que recuerdan a los de la fachada de la Universidad cisneriana.


Vista frontal y lateral de la estatua


En la cara frontal una lápida reproduce en bajorrelieve el escudo de Lebrija junto con una inscripción que celebra la restauración de la plaza -desconozco si se refiere al recinto sobre el que se alza la estatua o la totalidad de la plaza de España- en el año 2000. Una segunda lápida, paradójicamente situada en la cara trasera cuando la lógica indicaba que lo fuera en la delantera, sí hace alusión al monumento con la siguiente inscripción, a la que acompaña otro escudo heráldico de la ciudad:


ELIO ANTONIO
DE
NEBRIJA
1444-1522

Este monumento fue colocado
en su honor el año 1944


Por último cabe reseñar que el conjunto escultórico fue restaurado a principios de 2019, por lo que es de suponer que cuando yo visité Lebrija en la Semana Santa de este mismo año la restauración debía de haber concluido.

El 1 de abril de 2017 la Fundación V Centenario Antonio de Nebrija y el Ayuntamiento de Lebrija descubrieron una lápida en la fachada de su casa natal, situada en el número 24 de la calle que lleva su nombre. Al igual que los otros murales está pintada sobre azulejos y enmarcada en una reja de hierro forjado, reproduciendo de nuevo el retrato del humanista junto con el siguiente texto:




Placa de la casa natal de Nebrija. Fotografía tomada de www.forjalebrija.com


EN ESTE LUGAR EN EL AÑO DE 1441
NACIÓ ELIO ANTONIO DE NEBRIJA,
PADRE DE LA GRAMÁTICA CASTELLANA
E INSIGNE HUMANISTA.

“...Aquí respiré el primer aliento vital y
abrí los ojos a la luz...”
(Salutatio ad patriamsuam)


La Fundación V Centenario Elio Antonio de Nebrija, en
homenaje y gratitud al hijo más ilustre de esta ciudad.
Lebrija, 1 de abril de 2017


Completan el homenaje de Lebrija a su ilustre hijo una céntrica calle y un colegio público.


El monumento del V Centenario


El monumento tras su inauguración. Vista general y detalle. Fotografías tomada de elcorreoweb.es


El 1 de julio de 2022, dentro de las celebraciones del V Centenario de la muerte de Nebrija, su localidad natal inauguró un monumento conmemorativo que se sumó a los homenajes ya existentes a su ciudadano más ilustre. Éste consiste en un obelisco de 12 metros de altura cuya base cuenta con cuatro relieves de mármol de Carrara que reflejan distintos episodios de su vida. El conjunto escultórico es obra del escultor lebrijano Manuel Fernández Barrones, quien lo donó a la ciudad, y fue instalado en la plaza de Juan Díaz de Solís, a unos 350 metros de la estatua de la plaza de España.


Primer y segundo relieves. Fotografías tomada de elcorreoweb.es


Unas fichas publicadas por el Ayuntamiento de Lebrija describen los cuatro relieves. En el primero aparece Nebrija en su ciudad natal, todavía niño, ataviado con un bonete de estudiante mientras sus compañeros juegan. Está sentado en un ara romana que recuerda los orígenes históricos de Lebrija, baja la cual una inscripción en latín agradece al escultor su donación. En su mano sostiene un libro abierto como alegoría a su temprana afición al estudio. El segundo lo representa a su vuelta de Bolonia, donde cursó estudios en el Colegio de los Españoles, uno de los principales focos culturales reacentistas. Ya profesor, imparte lecciones a varios alumnos. La Giralda hace alusión a su estancia como profesor en Sevilla.


Tercer y cuarto relieves. Fotografías tomada de elcorreoweb.es


El tercero está dedicado a su estancia en Extremadura bajo la protección de Juan de Zúñiga, último maestre de la Orden de Alcántara. La escena le representa en Zalamea de la Serena escribiendo su obra magna, la Gramática de la lengua castellana. El cuarto, por último, alude a la etapa como profesor en las Universidades de Alcalá y Salamanca, correspondiendo el motivo principal a la impresión de la Biblia Políglota Complutense, con Nebrija y el Cardenal Cisneros leyendo uno de los volúmenes recién impreso. Tras ellos aparece la fachada de la Universidad -a modo de anécdota cabe reseñar que se trata de un anacronismo, ya que su construcción fue posterior al fallecimiento de ambos- y, sobre la prensa, la catedral nueva salmantina, también inexistente -se comenzó a construir en 1513 y no se terminó hasta el siglo XVIII- entonces.


Publicado el 28-5-2019
Actualizado el 21-3-2023