Las postales de la editorial Beascoa



Además de las colecciones importantes de postales publicadas durante los años 60-70 en España, quizá la edad dorada de las postales en color, nos encontramos en ocasiones con pequeñas colecciones -al menos en lo que a nuestra ciudad respecta- las cuales fueron desconocidas para mí durante muchos años, por lo que me arriesgo a aventurar que su difusión no debió de ser demasiado grande.

Y sin embargo, existen. Además del paradigmático ejemplo de la colección de la editorial Fiter, otra de estas ilustres desconocidas fue la colección de la editorial Beascoa, también realizada por esas mismas fechas y de la cual tan sólo tengo localizadas cuatro postales. El hecho de que esta editorial utilizara una numeración única para sus postales de toda España no facilita precisamente las cosas a la hora de intentar catalogarlas, razón por la que desconozco si pudiera existir alguna más; aunque la numeración de las postales alcalaínas es correlativa, la serie pudiera continuar bien por delante, bien por detrás.

Así pues, tendremos que apañarnos con lo poco de que disponemos. A diferencia de la numeración, los depósitos legales no son consecutivos e incluso, en algunos casos, ni siquiera respetan el orden de ésta, quizá debido a que el registro debió ser realizado de forma masiva, junto con otras postales, sin que los responsables se preocuparan demasiado del orden del reparto. En cualquier caso sabemos que todas ellas fueron impresas en 1966 y, por los textos escritos en algunos de los dorsos, que estuvieron en circulación al menos hasta septiembre de 1969.




Reverso de una de las postales de Beascoa


Poco más es lo que he podido averiguar salvo que esta editorial al parecer ya no existe, aunque las postales aparecen a la venta de vez en cuando -tampoco suelen ser muy frecuentes- en internet. En realidad ni siquiera estoy seguro de que Beascoa sea realmente el nombre de la editorial, ya que éste aparece, debajo del depósito legal, tan sólo en las dos últimas postales. Lo que sí figura en todas ellas, bajo la línea vertical que separa la parte del texto de la de la dirección, es un logotipo que reproduce la silueta de la fuente de la Cibeles -lo que parece indicar que pudiera tratarse de una editorial madrileña- junto con las iniciales P.M., cuyo significado ignoro. Asimismo, dentro del recuadro reservado para pegar el sello aparecen también otras iniciales, BV en esta ocasión, también desconocidas para mí.

Pasemos, pues, a describir las cuatro postales.


Nº 3.251. Virgen del Val, patrona de ALCALÁ DE HENARES



La postal con numeración más baja de la serie está dedicada a la Virgen del Val, un hecho curioso dado que no suele tratarse de algo habitual -salvo por encargo expreso de la cofradía- en una colección de postales genéricas. De hecho, y si hacemos abstracción de las dedicadas específicamente a la patrona alcalaína, tan sólo nos encontramos con una postal similar perteneciente a la colección de Vistabella.

La fotografía de Beascoa es, sin embargo, de mejor calidad que la de Vistabella, y en el fondo de la misma se puede apreciar parte de la vidriera que remata el testero del presbiterio de la Magistral, lugar en el que se encontraba la imagen antes de ser trasladada a la capilla lateral que ocupa en la actualidad.


Nº 3.252. ALCALÁ DE HENARES. Plaza de Cervantes



La plaza de Cervantes es uno de los motivos más comunes en las colecciones de postales de los años 60 y 70, pero cuando éstas reproducen una vista panorámica lo más habitual suele ser encontrarnos con fotografías tomadas desde la vertical de la estatua o bien desde las cercanías de la esquina de la calle Mayor, razón por la cual en la mayoría de ellas el Ayuntamiento queda fuera de encuadre.

Lo que singulariza a esta postal es que la vista corresponde a la esquina opuesta, la de la calle Libreros, razón por la cual el ángulo es el opuesto apreciándose el Ayuntamiento y, al fondo, la confluencia de las calles Santa Úrsula y Trinidad, con la cúpula de la antigua iglesia de los Trinitarios, entonces sede de la Comandancia Militar, sobresaliendo al fondo.


Nº 3.253. ALCALÁ DE HENARES. Calle de Roma



Esta postal es, por cierto, la única que conozco de esa época que reproduce una vista de la calle de los Colegios, a la que cita erróneamente por su antiguo nombre. La fotografía está tomada desde la altura de la ermita del Cristo de los Doctrinos, que queda fuera del encuadre, y refleja la que para mí es una de las panorámicas más bonitas de Alcalá, con la iglesia de las Agustinas al fondo.

Sin embargo, y tal como suele ocurrir con estas postales antiguas, lo más interesante de ella es quizá la imagen que nos da de la ciudad hace cincuenta años, con la calzada de la calle empedrada, las aceras sin pavimentar y las viejas acacias que la jalonaban y que, podadas y sin hojas, nos indican que la fotografía fue tomada en invierno. Llaman también la atención el vetusto autobús, que por el color parece ser militar, que circulaba en dirección a la plaza de Cervantes, así como la nutrida presencia militar debido a que en esa calle coincidían el antiguo cuartel de Lepanto y la prisión militar, en el colegio de los Basilios, lo que explica la presencia de varias garitas y de un soldado de guardia en la esquina inferior derecha de la fotografía.


Nº 3.254. ALCALÁ DE HENARES



Con este escueto epígrafe rotuló Beascoa la cuarta -y por el momento última- postal dedicada a Alcalá y, más concretamente, a la fachada de la Universidad, la cual, por conocida, debieron de pensar sus responsables que no era necesario describirla.

Aunque son muchas las postales que las diferentes editoriales han dedicado al principal monumento de la ciudad, ésta presenta la peculiaridad de tratarse de una fotografía nocturna, lo que la convirtió en un caso único -todas las demás eran diurnas- durante varias décadas, ya que habría que esperar hasta las postrimerías del siglo XX para que las editoriales Rafiki y Ediciones 07 publicaran sendas vistas nocturnas de la fachada. Si a ello se suma la rareza de la postal, su interés para los coleccionistas salta a la vista.

Lamentablemente por aquella época la fachada no estaba iluminada en su totalidad, como lo está ahora, sino tan sólo por dos focos situados en el suelo, los cuales dejaban toda la parte alta y el cuerpo central en penumbra. A causa de ello la fotografía debió de ser tomada en exposición, con las consecuencias fáciles de imaginar: es muy oscura y, desde el punto de vista estético, dice bastante poco de la belleza del monumento. Pero es lo que hay.




Anexo
Depósitos legales de las postales


Referencia Dep. Legal
3.251 B 15.302 - 66
3.252 B 15.304 - 66
3.253 B 15.198 - 66
3.254 B 21.222 - 66

Publicado el 9-6-2012
Actualizado el 24-8-2016