Dado que el antiguo reino de León en general, y la actual provincia homónima en particular, son territorios por los que el culto a los Santos Niños se expandió con una fuerza inusitada, cabría pensar que la propia ciudad que los dio nombre no fuera ninguna excepción... y ciertamente no lo es aunque en la actualidad, y probablemente desde hace bastantes siglos, los mártires complutenses no reciban culto en ella.

Es necesario recurrir a documentos antiguos para encontrarnos con la referencia, fechada en el año 977, de la existencia de un monasterio benedictino consagrado a los santos Justo y Pastor, el cual persistió al menos durante los siglos X y XI careciéndose de datos acerca de su existencia posterior.

Conviene centrarnos en las circunstancias históricas en las que se desenvolvió ese cenobio. Despoblada tras la invasión musulmana de principios del siglo VIII y abandonada durante más de un siglo en mitad de la tierra de nadie, León fue incorporada al reino asturiano y repoblada a mediados del siglo IX por el rey Ordoño I. Su recuperación debió de ser rápida, puesto que en el año 914 Ordoño II trasladó a ella la corte asturiana, lo que significó el inicio del reino de León. En las últimas décadas del siglo X sería víctima de las razzias de Almanzor, que la arrasó en 994. No obstante, León se recuperaría tras la muerte del caudillo musulmán convirtiéndose durante varios siglos en una de las más importantes capitales hispánicas.

Lamentablemente nada sabemos de que fue del monasterio de los Santos Niños, presumiblemente destruido por los invasores de Al-Andalus y quizá reconstruido en el siglo XI, como tampoco sabemos nada ni de las circunstancias ni del momento de su desaparición.

Captura de Google Maps donde se aprecia la calle de la Puerta Obispo (punto rojo). La plaza de este nombre está
situada al final de la misma (derecha en el mapa). Al sur (abajo) aparecen la calle del Caño Badillo y la Plaza Mayor

Lo poco que se conoce de él es que estaba situado en el arrabal del Vadillo, extramuros de la ciudad; no he conseguido encontrar la ubicación exacta de este antiguo arrabal medieval, aunque sí el topónimo urbano de la fuente de Caño Badillo, en el actual Barrio Húmedo, con el cual desconozco si estuvo relacionado. Otra fuente lo ubica contiguo al monasterio de San Andrés, del que al parecer dependía, y próximo a la puerta Obispo. Ésta sí es fácil de ubicar, ya que actualmente forma una pequeña plaza situada en la parte posterior de la catedral y está cercana  a la fuente de Caño Badillo -suponiendo que ésta corresponda al antiguo arrabal del Vadillo-, lo que parece confirmar que el desaparecido cenobio debió de encontrarse en algún lugar de esa zona, entre la catedral y la Plaza Mayor.

Aunque del monasterio benedictino no queda hoy más recuerdo que el reflejado en unos añosos legajos, lo cierto es que en la ciudad de León se conserva hoy en día iconografía de los Santos Niños, concretamente en el museo diocesano anejo a la catedral. Dado que se trata de obras de los siglos XVI o XVII es obvio que no pueden proceder del desaparecido monasterio, y puesto que en ninguna iglesia de la capital se les rinde, al menos que yo sepa, culto, es de suponer que procedan de algún templo de la diócesis, probablemente de uno de los muchos que quedaron abandonados a causa de la despoblación de las últimas décadas. Lamentablemente el museo no indica su procedencia, lo cual hubiera resultado un dato bastante interesante.

Imágenes de los santos Justo y Pastor del museo diocesano de León. Fotografías de Juan de la Plaza

La iconografía de los Santos Niños existente en el museo corresponde a unas imágenes talladas en madera y unos bajorrelieves. Las imágenes están atribuidas al escultor Melchor de Salinas, que trabajó por la zona en el último tercio del siglo XVI, y como se puede apreciar en las fotografías son unas tallas en madera doradas y estofadas fechadas entre los siglos XVI y XVII. Estos son todos los datos de que disponemos de ellas, aunque la atribución por suerte es inmediata dado que en las peanas de las mismas figuran los nombres de los dos mártires complutenses.

Relieves de los santos Justo y Pastor del museo diocesano de León
Fotografía de Juan de la Plaza

Peor aún es el caso de los relieves, carentes de cualquier tipo de rótulo indicativo. Se aprecia, eso sí, que son contemporáneas de las imágenes, y probablemente debieron de estar ubicadas en su día en un retablo. Representan la degollación de los Santos Niños, y también aquí sus nombres inscritos en unas cartelas desvanecen cualquier riesgo de error.