Los Santos Niños en España
Su culto en Málaga del Fresno (Guadalajara)





Parroquia de los santos Justo y Pastor. Vista exterior



Pese a su cercanía a Alcalá, la única población de la provincia de Guadalajara en la que actualmente se rinde culto a los Santos Niños, a los cuales está consagrada su iglesia parroquial, es la localidad de Málaga del Fresno, situada en las estribaciones norteñas de la Campiña no muy lejos de Yunquera de Henares. Aunque tan sólo le separan unos 20 kilómetros de la capital provincial, su situación a mitad de camino entre los dos principales ejes de comunicación que recorren la zona, la carretera nacional N-320 Guadalajara-Torrelaguna y la carretera comarcal CM-101 Guadalajara-Jadraque por Humanes, hace que haya quedado al margen del espectacular crecimiento de pueblos relativamente cercanos a ella que ha tenido lugar durante los últimos años, hasta el punto de que hoy en día tan sólo cuenta con la reducida población de 180 habitantes según el censo de 2019.




Portada de la parroquia. Fotografía de Juan de la Plaza


A diferencia de lo que suele ser habitual la advocación de su parroquia no arranca de la Reconquista, tal como ocurrió en la mayor parte de los casos en los que se implantó el culto a los Santos Niños sino que fue posterior, siendo la fecha más probable la de la reversión de las reliquias a Alcalá en 1568, un hecho llamativo ya que el itinerario de las mismas no pasó por Málaga sino bastante más al sur, por el camino real que conducía de Jadraque a Guadalajara pasando por Hita y Torre del Burgo, continuando desde Guadalajara hasta Meco. Teniendo en cuenta que son 22 los kilómetros que la separan de Guadalajara, 41 de Meco y 46 de Alcalá, se antojan demasiados para que pudiera haber existido una influencia directa.

Pero tampoco está claro. Las respuestas del alcalde de Málaga del Fresno a las Relaciones Topográficas de Felipe II, fechadas en 1578 tan sólo diez después de la reversión, ya indican que el patronazgo de la parroquia correspondía a los mártires complutenses, sin la menor mención a una posible advocación anterior. Por otro lado la iglesia fue terminada, como veremos más adelante, de forma precipitada a partir de 1574, lo que indica que quizá pudiera haber existido una motivación extraordinaria como habría sido, sin duda, un cambio de titulares.

Por esta razón cabe considerar como hipótesis la existencia de algún nexo de unión entre Málaga del Fresno y Alcalá, puesto que no hay ninguna otra localidad cercana que comparta con ellas el culto a los Santos Niños. En un principio barajé la posibilidad de que el señorío de Málaga pudiera pertenecer a algún noble vinculado a Alcalá, pero las Relaciones Topográficas son tajantes al afirmar que la villa era de realengo, aunque anteriormente había pertenecido al alfoz de Guadalajara. En la lista de propietarios citados en las Relaciones Topográficas figura el Colegio Mayor de San Ildefonso con una heredad que tenía arrendada a un vecino de la villa, pero no creo que éste pudiera ser el motivo del origen del culto local a los Santos Niños. La página web municipal, citando a Antonio Herrera Casado, afirma que los duques del Infantado tuvieron importantes posesiones en Málaga, aunque no el señorío del pueblo. Puesto que la casa del Infantado pertenecía en aquella época a la importante familia de los Mendoza, varios de cuyos miembros residieron en Alcalá, ¿pudo ser alguno de ellos el responsable de la advocación de su parroquia? Es posible, pero no he podido documentarlo.




Procesión de los Santos Niños
Fotografía de Mª Lourdes Rojo Manzano tomada de la página web municipal


En cualquier caso, y por la razón que fuera, su influencia tuvo lugar de forma duradera, ya que a raíz de entonces el patronazgo de los Santos Niños se ha mantenido vivo en Málaga del Fresno hasta hoy en día. Aunque en 1936 el marasmo de la Guerra Civil, que arrasó la iglesia, interrumpió temporalmente la tradición de la procesión del 6 de agosto, ésta acabó siendo recuperada en una fecha tan reciente como 1991, celebrándose de forma ininterrumpida desde entonces.




Vista general del presbiterio en 2008. Fotografía de Juan de la Plaza


Fijémonos en la iglesia. Lo primero que salta a la vista la primera vez que se contempla el exterior del templo es su curioso aspecto, con una cabecera de piedra labrada de Tamajón de ambiciosas dimensiones a la que está adosada una nave mucho más modesta tanto en tamaño como en valía arquitectónica. La construcción de la iglesia fue iniciada a mediados del siglo XVI por Pedro de Medinilla y, tras veinte años en los que las obras avanzaron muy poco terminándose tan sólo la cabecera, en 1574 se encargó su terminación a Juan de Ballesteros, que la ejecutó en poco tiempo utilizando materiales mucho más modestos, fundamentalmente ladrillo y mampostería.




Detalle del presbiterio en 2008. Fotografía de Juan de la Plaza


Aunque desconozco las razones por las que el proyecto original quedó sin terminar, es de suponer que el factor determinante fuera la falta de fondos. Su principal tesoro artístico es una Virgen románica aparecida en 1976 en el transcurso de unas obras de reparación de la iglesia, la cual hoy se puede contemplar en una pequeña hornacina lateral del templo.


Imágenes de los santos Justo y Pastor en 2008. Fotografías de Juan de la Plaza


En lo que respecta a las imágenes de los titulares, tal como puede apreciarse éstas son de factura moderna y escaso valor artístico, probablemente procedentes de los talleres de Olot ya que resultan ser muy similares, si no idénticas, a las existentes en otros lugares españoles que también perdieron las originales durante los años de la Guerra Civil. Obviamente en su día debieron de existir otras más antiguas, de las cuales no queda hoy el menor rastro.




Proyecto de reconstrucción del retablo
de la parroquia de los santos Justo y Pastor


La reconstrucción del retablo tuvo que esperar bastante más. Cuando visité por primera vez el templo en 1991, los tres cuerpos que forman el testero del presbiterio estaban desnudos y tanto el crucifijo central como las imágenes de los Santos Niños se apoyaban directamente en la pared, estas últimas colocadas sobre unas peanas. Sin embargo ya existía entonces, o poco después, el propósito de recuperarlo, puesto que en el año 2000 el taller de arte religioso Artemartínez, radicado en la localidad alcarreña de Horche, diseñó un proyecto de reconstrucción basándose en una fotografía del antiguo.




El retablo en 2019, ya reconstruido
Fotografía enviada por don Jesús García Alonso


Cuando en 2008 mi amigo Juan de la Plaza tomó las fotografías que reproduzco en este artículo ya se habían ensamblado las primeras piezas del banco del retablo, aunque todavía eran insuficientes para tener una visión de conjunto de como quedaría éste una vez concluido el montaje. Su tamaño -diez metros y medio de alto por seis de ancho- y, por consiguiente, su coste impidieron que el retablo pudiera ser ejecutado de una vez, por lo que fue creciendo poco a poco conforme lo permitían la situación económica de la parroquia y las aportaciones de los vecinos del pueblo, que perduraron hasta al menos 2017. Finalmente pudo ser terminado en 2018 a falta tan sólo de los cuadros que en un futuro cubrirán los cuatro huecos que flanquean por ambos lados a la calle central, ocupada de abajo a arriba por el sagrario, la hornacina de los Santos Niños y un calvario, quedando rematada por el ático que preside la figura de Dios Padre.




Columna de los Santos Niños
Fotografía de Miguel Ángel López Roldán


Gracias a una conferencia que impartió el 22 de febrero de 2020 Miguel Ángel López Roldán, primer presidente y actual vicepresidente de la Asociación de los Santos Niños complutense, tuve noticia de una curiosa tradición local, para mí desconocida, según la cual los mártires complutenses habrían hecho una parada en Málaga del Fresno cuando marchaban camino del martirio, algo de todo punto imposible. Obviamente se trata de una de tantas leyendas o tradiciones piadosas que adornaron al cristianismo durante siglos y que, pese a su carencia de soporte histórico, no dejan por ello de ser importantes desde un punto de vista cultural, por lo que se cometería un grave error desdeñándolas, sobre todo cuando han dejado tras de sí algún rastro tal como sucede con la columna que recuerda, según los lugareños, a este hipotético viaje.

La columna, tal como me informó Miguel Ángel, está situada a las afueras del pueblo, junto al lavadero, en el camino que conduce a la ermita de la Virgen de la Soledad. Es muy sencilla, ya que se trata de un simple fuste cilíndrico de piedra, procedente quizá de una columna, rematado por una cruz de hierro, sin que aparentemente aparezca en ella ninguna referencia iconográfica a los mártires complutenses.




Placa de la plaza de los Santos Justo y Pastor
Fotografía de La página de los Justos


El recuerdo a los Santos Niños se completa en Málaga del Fresno con el nombre de la plaza a la que se abre la iglesia, dedicada a ellos.

Y eso es todo por ahora, restando mostrar mi agradecimiento tanto a Juan de la Plaza y a Miguel Ángel López Roldán como a don Jesús García Alonso, párroco de Málaga del Fresno, que me envió amablemente la fotografía del nuevo retablo.




Ver también: Los Santos Niños en España. Su presencia en la provincia de Guadalajara


Publicado el 31-7-1993, en el nº 1.345 de Puerta de Madrid
Actualizado el 3-3-2020