La presencia de Santo Tomás de Villanueva en Málaga





Fachada principal de la catedral de Málaga



La catedral de Málaga, consagrada a la Encarnación, un magnífico edificio cuya construcción fue iniciada en 1528 en estilo renacentista y terminada -aunque una de sus torres quedó incompleta- a finales del siglo XVIII ya con trazas barrocas, es sin lugar a dudas no sólo el principal monumento de esta capital andaluza, sino también una de las más significadas joyas renacentistas andaluzas.




Torre de la catedral de Málaga


Dado lo prolongado de su construcción, en este imponente templo intervinieron, entre otros, afamados arquitectos de la talla de Enrique Egas, Diego de Siloé y Diego de Vergara. Interrumpidas las obras durante muchos años éstas serían retomadas en 1719, una vez concluida la Guerra de Sucesión, y tras ser sometidas en 1764  a dictamen de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, fue el propio Ventura Rodríguez quien les dio el visto bueno, concluyéndose como ya quedó dicho, salvo una de las torres -lo que le valió el apelativo cariñoso de la manquita con el que la conocen los malagueños- y algunos remates de la fachada principal, en 1782.

Si imponente es el edificio, no lo son menos las importantes obras de arte que alberga en su interior, varias de ellas salidas de las manos de artistas de la talla de Pedro de Mena o Alonso Cano. Pero lo que a nosotros nos interesa especialmente en esta ocasión es la iconografía de santo Tomás de Villanueva, presente por partida doble en el templo mayor malagueño.

La primera de las representaciones del santo agustino es un conjunto escultórico que se encuentra situado en una de las hornacinas abiertas en el muro del trascoro, concretamente en el lado correspondiente al Evangelio, el izquierdo mirando de frente al altar mayor. Como puede apreciarse en las fotografías santo Tomás está representado de la forma habitual, dando limosna a un menesteroso al tiempo que con la mano izquierda sostiene una bolsa con dinero. Quizá lo más curioso de la figura sea que no aparece ataviado con vestiduras de obispo tal como suele ser lo más frecuente, sino con un hábito universitario que nos retrotrae de inmediato a su etapa de estudiante en la Universidad de Alcalá. Sin embargo, la mitra que sostiene el ángel situado a su izquierda nos recuerda que el santo llegaría a ser arzobispo de la importante diócesis de Valencia.


Catedral de Málaga. Santo Tomás de Villanueva (Salvador Gutiérrez de León)


El conjunto escultórico, que está policromado, fue realizado por Salvador Gutiérrez de León (1777-1838), miembro de una importante dinastía de escultores malagueños y autor de importantes obras tales como las imágenes de San Juan Evangelista y María Magdalena, también de la catedral, junto con varias imágenes procesionales. Dadas sus fechas de nacimiento y muerte, el Santo Tomás de Villanueva puede ser datado a finales del siglo XVIII o a principios del XIX, es decir, a raíz de la terminación de las obras de la catedral.




Coro de la catedral de Málaga. Santo Tomás de Villanueva (Pedro de Mena)
Fotografía de Jorge Solís Piñero


La representación iconográfica del antiguo estudiante complutense se completa con uno de los relieves de la sillería del coro que, lamentablemente, no pude fotografiar por encontrarse éste cerrado, por lo que me he visto obligado a recurrir a la fotografía que aparece publicada en el libro de Jorge Solís Piñero1. La sillería, de una gran calidad artística, está fechada en 1633 y fue realizada Pedro de Mena. En esta ocasión el santo sí está representado con su iconografía más conocida, con los atributos episcopales y dando limosna a un pobre.




1 Solís Piñero, Jorge. Iconografía comentada de Santo Tomás de Villanueva. Ayuntamiento de Villanueva de los Infantes, 2008.


Publicado el 9-5-2011
Actualizado el 10-2-2012