En el quinto aniversario del Sitio





Francisco José Suñer me pide que, con motivo del quinto aniversario del Sitio, escriba un breve comentario sobre lo que han supuesto internet en general, y el propio Sitio en particular, para la ciencia ficción española. Y acepto encantado, puesto que a mi responsabilidad moral de ser uno de los colaboradores del Sitio, algo que me honra, se une el agradecimiento por haber sido éste mi trampolín -y conste que no exagero- para mi incursión en este mundillo.

Me explicaré. Aunque mi afición por la ciencia ficción arranca de mi más remota infancia, cuando con apenas diez años devoraba ya las novelitas de Luchadores del Espacio y, no mucho después, comenzaba a hacer mis pinitos literarios en el género, por supuesto absolutamente inéditos, hasta hace poco me había considerado poco menos que un robinsón perdido en una isla remota, sin prácticamente ninguna relación con ninguno de los que compartían conmigo tan nefando vicio. Pero todo cambió radicalmente cuando hacia el verano de 1998 -si no me equivoco- me pusieron internet y correo electrónico en el trabajo. Para mí se abrió un mundo. Mientras descubría asombrado que existían en el mundo personas con las mismas rarezas que yo, husmeando por la entonces para mí procelosa red encontré una misteriosa página web llamada Sitio de ciencia ficción. Me puse en contacto con su responsable, le ofrecí mi colaboración que me fue amablemente aceptada, me lié la manta a la cabeza... Y el resto es historia.

Paralelamente a mi relación con Francisco José, que poco después alcanzó la categoría de amistad, me incorporé al entonces naciente grupo de admiradores de la obra de Pascual Enguídanos, alias George H. White, autodenominado Escuadrón Delta y hoy vertebrado en torno a una de las listas de correos más dinámicas del fandom nacional. Tuve la oportunidad de hacer un buen puñado de buenos amigos repartidos por toda la geografía española y de participar en iniciativas tan fructíferas como la redacción de ensayos sobre la obra del autor de la Saga de los Aznar, el Glosario de ciencia ficción o la página dedicada a las novelas de a duro, en esta ocasión en colaboración con Igor Cantero. Pude asimismo involucrarme en iniciativas surgidas al abrigo del Sitio tales como la aventura de Pulpmagazine, revista de la que me honro de ser colaborador, y de la que tengo que agradecer a sus editores la oportunidad que me dieron de publicar mi libro dedicado a la colección Luchadores del Espacio.

Pero internet y su hijo, el correo electrónico, han supuesto mucho más para mí. Además de lo ya comentado, me han permitido contactar con el fándom y publicar por fin, tras muchos años de anonimato, un buen puñado de relatos y artículos no sólo en el propio Sitio y en Pulpmagazine, sino también en Artifex, la colección Albemuth, la revista Solaris, los fanzines Qliphoth, Púlsar, La Plaga, Menhir, Framauro... Realmente no se puede pedir más en tres años y medio de intensa y gratificante aventura.

¿Cómo no le voy a estar agradecido a internet, o al Sitio de ciencia ficción que me permitió entrar en este mundo que para mí era entonces completamente desconocido? Eso sí, mi principal satisfacción, aunque no la única, es la de haber podido hacerme con un buen puñado de buenos amigos cuyos nombres prefiero no enumerar para no correr el riesgo de olvidarme de alguno... Porque son realmente muchos, y muy buenos.


Publicado el 10-1-2002 en el Sitio de Ciencia Ficción