No sirvió de mucho



Luis Ramírez era una persona muy, pero que muy ambiciosa. Por ello, no es de extrañar que, cuando encontró una lámpara maravillosa, no dudara ni un solo instante a la hora de solicitar su primer deseo.

-Quiero tener el mundo en el bolsillo -pidió.

Lamentablemente, esto no le sirvió de mucho; realmente, es muy poco el provecho que se puede sacar de un planeta que mide únicamente unos ocho centímetros de diámetro.


Publicado el 25-5-2004 en Ochocientos y el 25-9-2007 en Efímero