Desahucio



También a mí me ha llegado la hora. Me desahucian, como a tantos otros antes y como a tantos otros desahuciarán después. Así pues, me veré obligado a abandonar el que fuera, durante tantos años, mi único refugio frente al mundo hostil que me rodea. No era un palacio, ni tan siquiera una vivienda modesta, pero era mi único hogar.

Ya se acercan. Oigo sus pisadas, e imagino su afán por arrojarme al exterior privándome del único bien que poseía. Porque no se me perdona que sea un ogro, y hasta el cobijo de esta pobre cueva me niegan.


Publicado el 15-6-2013