Malentendido



Cuando los ejecutivos de una gran multinacional cuyo nombre silencio por discreción decidieron recurrir a unos cazadores de cerebros profesionales para potenciar su plantilla, cometieron el error de no advertirles previamente que les interesaban candidatos completos y por supuesto vivos.

Cosa que al parecer no entendieron éstos, aunque en su disculpa hay que explicar que se trataba de descendientes de las antiguas tribus de cazadores de cabezas de la isla de Borneo.


Publicado el 18-10-2018