Philae



Módulo de aterrizaje de la sonda espacial Rosetta, diseñado para posarse en la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. Su nombre proviene de un famoso conjunto de templos egipcios, situado al sur de Assuan, en el cual Champollion estudió las inscripciones de un obelisco que le permitieron descifrar el texto recogido en la Piedra de Rosetta.

Tras la entrada en órbita de Rosetta el 6 de agosto de 2014, la sonda procedió a cartografiar la accidentada superficie del cometa con objeto de seleccionar el lugar de aterrizaje de Philae. Finalmente fue elegido el terreno bautizado como Agilkia, nombre que recibe la isla del embalse de Assuán a la que fueron trasladados los templos de Philae para evitar que quedaran inundados tras la construcción de la presa de Assuán.

El módulo, de unos 100 kilos de peso y provisto de tres patas telescópicas, se separó de Rosetta el 12 de noviembre de 2014, posándose siete horas más tarde en Agilkia a una velocidad de un metro por segundo. De los tres sistemas de anclaje diseñados para evitar que a causa de la casi inexistente atracción gravitatoria del cometa Philae pudiera salir despedido al espacio, dos de ellos, unos pequeños retrocohetes para ayudar al aterrizaje y unos garfios para aferrarse al suelo fallaron, lo que provocó que el módulo rebotara dos veces antes de posarse de forma definitiva, quedando sujeto a la superficie del cometa por el tercer sistema de anclaje, unos pernos que se atornillaron a la misma.

Este incidente provocó que Philae quedara finalmente en una zona de sombras, lo que le impidió recargar sus baterías una vez que se agotaron éstas tras 57 horas de funcionamiento dado que los paneles solares con los que iba equipada no captaban la suficiente energía del Sol. Esta hipótesis se confirmó gracias a una fotografía tomada por Rosetta el 2 de septiembre de 2016, en la cual se apreciaba que el módulo shabía quedado encajado en una grieta de la superficie que impedía que le llegara la luz del sol.

Al no poder seguir funcionando Philae entró en hibernación. No obstante los responsables de la misión confiaban en que, al acercarse el cometa al Sol, Philae pudiera ser reactivada, como efectivamente ocurrió a mediados de junio de 2015, aunque los contactos que la sonda estableció con Rosetta fueron intermitentes y demasiado breves como para poder establecer una transferencia de datos fluida. En julio de 2015 se perdió de nuevo el contacto, que ya no se pudo restablecer al acercarse el cometa al Sol y acrecentarse su actividad. Un último intento de contactar por radio, realizado en enero de 2016, se saldó con un resultado negativo, por lo que los responsables de la misión la dieron por perdida, aunque la desconexión definitiva entre Philae y Rosetta no se realizó hasta el 27 de julio de 2016.

No obstante, durante el corto período de tiempo en el que estuvo operativa los diez instrumentos con los que iba equipada la Philae funcionaron perfectamente, incluyendo el perforador de toma de muestras y el equipo analizador de las mismas, remitiendo los resultados obtenidos a la Tierra.


Publicado el 13-11-2014
Actualizado el 30-9-2016