“Leones” americanos





Un puma de verdad. Fotografía tomada de la Wikipedia



Titular aparecido en la edición digital de EL PAÍS el 23 de marzo de 2020:


“Leones, mosquitos, serpientes y cabezas: lo que viven los niños migrantes al cruzar la selva del Darién.”


Patidifuso me quedé. Teniendo en cuenta que el Darién, como se explicaba inmediatamente después en el subtítulo, es una región selvática situada entre Panamá y Colombia, basta con tener unos mínimos conocimientos de zoología para saber que los leones jamás han vivido en el continente americano salvo, claro está, en zoológicos o circos, aunque no cabe imaginar que éstos sean aplicables al caso ya que el artículo hace alusión a las penalidades que padecen los inmigrantes, y en especial los niños, que intentan atravesar esta inhóspita región centroamericana.

Cierto es, como apuntaba algún lector, que al puma se le conoce en inglés como león de montaña o león americano, pero aparte de ser una denominación taxonómicamente incorrecta -aunque ambos son felinos pertenecen a subfamilias distintas-, nunca se les ha llamado así ni en español ni en ninguna de las lenguas indígenas. En cualquier caso, EL PAÍS está escrito, que yo sepa, en español y en España, por lo que cualquier otra denominación que se dé a este animal distinta de la de puma será completamente incorrecta no ya zoológica sino incluso gramaticalmente, todavía más cuando ni siquiera se añadió el adjetivo americano, o de montaña, para diferenciarlo de su pariente africano.

Y no queda aquí la cosa. El artículo, firmado por -copio textualmente- “un especialista regional de comunicación en emergencias de Unicef para América Latina y el Caribe”, no menciona ni una sola vez a los “leones” y ni tan siquiera a los pumas sino a los jaguares, otro gran felino americano que todavía tiene menos de león. Así pues, las posibles disculpas aludiendo la ya citada -e insisto, errónea- identificación de los pumas como leones americanos se caen por su propio peso.

En cualquier caso, nada tengo nada objetar al autor del artículo en lo que a este tema respecta. Cosa muy distinta es la garrafal metedura de pata del anónimo redactor del sensacionalista titular al cual, si es el mismo responsable de otros desaguisados similares que he venido cazando, más valdría que le mandaran a hacer un cursillo acelerado de cultura general dada la desaforada magnitud de los mismos.

Eso sin contar, claro está, con que no encuentro la menor explicación al hecho de que cambiara a los jaguares por, presuntamente, los pumas ya que al igual que a éstos se les denomina impropiamente leones americanos, con el jaguar ocurre algo similar cuando se le llama tigre americano pese a que evidentemente no lo es, de modo que si bien con mucha -pero mucha- tolerancia podría haberse admitido que en el titular hablara de tigres en lugar de leones, algo que no ocurre, tal como fue redactado la falta es, como poco, doble.

Y por supuesto, en absoluto disculpable.


Publicado el 23-3-2020