Ovejas “maltratadas”





Anda, que si llegan a ver esto...



Decididamente, la majadería de la corrección política y el buenrrollismo, por desgracia tan de moda últimamente, está alcanzando poco a poco cotas cada vez más aberrantes. Y si no se lo creen, léanse la noticia publicada en los periódicos hace unos días: la asociación animalista -el adjetivo ya es toda una declaración de principios- PETA denunció el pasado mes de septiembre a un pastor del estado australiano de Nueva Gales del Sur por ¡ejercer “violencia verbal” -léase insultar- a las ovejas de su rebaño!

Alucinante, ¿verdad? Porque, si bien cualquier persona normal sentirá una repulsión instintiva tanto hacia el maltrato animal como hacia cualquier otro tipo de maltrato, la verdad es que estos pintorescos señores, que son los mismos que suelen montar los numeritos antitaurinos y que además de a prácticas razonablemente criticables se oponen también al exterminio de los animales considerados como plagas, o bien proponen que a los animales se les dé un trato ético similar al de los humanos, en esta ocasión se han pasado siete pueblos... lo cual, dicho de paso, no suele ser una novedad.

Porque no se trataba, insisto, de que el pastor maltratara a las ovejas, algo que sí podría ser considerado reprobable, sino de que las insultó. Bien, puede ser que este señor sea tosco y maleducado, no lo discuto, pero de ahí a considerar ofendidas a las ovejas... ciertamente, es para estar de la olla. Porque la denuncia no se limitó una mera queja verbal, sino que fue interpuesta en un juzgado local.

Como cabe suponer, el pastor denunciado respondió de la manera que casi todo el mundo lo hubiera hecho, argumentando que no creía que sus animales fueran capaces de entender el inglés; por lo cual, añado yo, difícilmente podrían sentirse heridas en sus ovejunos sentimientos.

De lo que no he logrado enterarme, lamentablemente, es de la respuesta que les dieron en el juzgado a los promotores de tan surrealista denuncia aunque, supongo, no llamarían a declarar a las agraviadas.


Publicado el 30-5-2015