2006-2021. Quince años ya





Ésta era la cabecera original de mi página


Parece que fue ayer, pero ya han pasado quince años desde que el 1 de enero de 2006 colgué en Internet la primera versión de mi página web. En realidad la coincidencia con el año nuevo fue casual, ya que llevaba preparándola desde hacía meses y aproveché las vacaciones de navidad para rematar los detalles y subirla; pero gracias a ello puedo recordar con facilidad la fecha exacta de su estreno. Y si ya de por sí alcanzar su décimo aniversario en 2016 me pareció todo un logro, añadir cinco más me reafirma en ello, máxime teniendo en cuenta la alta tasa de mortalidad de las páginas personales en internet; de hecho, muchas de las que visitaba entonces, y también de las más recientes, en un momento u otro dejaron de existir.

Era esta página primitiva muy reducida de extensión en relación con la actual, y básicamente recogía los artículos de historia de Alcalá de Henares que durante años había venido publicando en la prensa local, así como los enlaces a mis colaboraciones en diferentes páginas dedicadas a la ciencia ficción, la mayor parte de ellas, por desgracia, desaparecidas.

En cuanto al alojamiento, en un principio elegí una opción gratuita bastante popular entonces, la desaparecida GeoCities, dándose la circunstancia de que, debido a las severas restricciones de espacio que se aplicaban en ella, me vi obligado -paradójicamente no había una restricción similar en cuanto al número de alojamientos posibles que podías registrar- a abrir varios según se me iba agotando el espacio, repartiendo el contenido de la página entre todos ellos a modo de un peculiar puzle. Aunque el sistema funcionaba razonablemente bien gracias a una red de enlaces entre los distintos alojamientos, no dejaba de ser un engorro, máxime según la página iba creciendo cada vez más. Llegó un momento, cuando iba ya por el quinto o el sexto alojamiento, en el que este corsé era ya tan incómodo que opté por contratar un alojamiento de pago -y de paso el dominio www.jccanalda.es- en el cual aún hoy continúo. Y tuve suerte, puesto que poco después Yahoo cerró GeoCities evitándome así una forzosa mudanza.

En cuanto al contenido y el diseño de la página, ambos han evolucionado lógicamente con el tiempo. A las dos secciones iniciales -Alcalá de Henares y ciencia ficción- se les fueron sumando otras más hasta alcanzar en la actualidad alrededor de una docena, y en su conjunto no han hecho más que crecer tanto con nuevos artículos como con las actualizaciones de muchos de los antiguos. También el diseño sufrió cambios notables, principalmente por el paso del primitivo sistema de marcos, habitual hace dos décadas pero tosco y anticuado conforme a los criterios actuales, por otro mucho más ágil basado en capas y hojas de estilo, lo cual dicho sea de paso me supuso un esfuerzo tan considerable que espero no tener que volver a repetirlo en mucho tiempo. Conservé, no obstante, el diseño sencillo de la página ya que estoy convencido, parafraseando a Baltasar Gracián, de que lo bueno, si claro, dos veces bueno, por lo que procuré y sigo procurando huir de formatos complicados y barrocos.

La página conserva también la estructura arborescente con la que le doté desde un principio, ya que otras opciones posibles como la de los populares blogs nunca me convencieron, al resultar incómodo buscar en ellos un dato antiguo dado que su estructura lineal no permite los saltos transversales ni apenas los atajos, imponiendo la secuenciación cronológica frente a la temática. Y aunque presentan la ventaja de que al abrir uno te encuentras con la estructura ya hecha pudiendo elegir entre diferentes presentaciones -la piel en jerga informática-, mientras yo tuve que desarrollar la mía a partir de cero, no me arrepiento en modo alguno de mi elección ya que me permite abrir secciones nuevas, o reestructuarr las ya existentes, con total libertad.

En lo que respecta a su facilidad de uso para sus visitantes, desde un principio he procurado ponerme en su lugar en el convencimiento de que si no era cómoda para mí menos lo sería para los demás, por lo que he realizado ajustes y pulidos siempre que lo he considerado necesario para la mejora de su uso. Porque, aunque me esté mal decirlo, estoy harto de tenerme que enfrentar con páginas mucho más relevantes que las mías, de grandes empresas o de diferentes órganos de la Administración, que pese a haber sido diseñadas presuntamente por informáticos profesionales son un auténtico galimatías en el que la amigabilidad -otra palabra de la jerga informática- brilla por su ausencia y resulta difícil navegar por ellas o buscar el dato que te interesa incluso contando con una razonable experiencia en estos menesteres, eso sin contar cuando tropezamos con páginas farragosas, incómodas y antipáticas aunque, eso sí, repletas muchas veces de florituras innecesarias de toda especie.

Así pues, en mi página he intentado compesar la complejidad fruto de su crecimiento con un sistema de menús desplegables que permiten navegar por ella hacia delante y hacia atrás, así como saltar de una sección a otra, con tan sólo unas pocas pulsaciones de ratón, existiendo también las alternativas del mapa o el buscador. En cualquier caso, siempre estoy abierto a las posibles mejoras dado que, junto con la información, doy prioridad también a la comodidad a la hora de encontrar lo que se busca.

Por supuesto me he quedado atrás en el imparable avance del diseño de las páginas web. De hecho, sigo utilizando lenguaje html puro y duro apoyado en algo ya tan clásico como las hojas de estilo; nada de xml, php, javascript -salvo una única excepción- o cosas todavía más complicadas. Tampoco recurro a esa plaga visual en que se han convertido las animaciones en flash, felizmente desterrado, o en sus sustitutos actuales, bastándome las pocas veces que he necesitado ilustraciones dinámicas con los vetustos, pero eficaces, gif animados. No utilizo bases de datos -lo que me hubiera ahorrado bastante trabajo en su momento- ni formularios, y de forma deliberada la página no es interactiva; si alguien quiere ponerse en contacto conmigo tiene a su disposición mi correo electrónico, con el cual basta ya que nunca pensé en ella como un foro de debate ni nada parecido. Tampoco la promociono en las redes sociales, al menos tal como funcionan por ahora, puesto que no la considero compatible con la banalidad que campa por sus respeto en ellas.

En resumen, mi página, aunque modesta en sus pretensiones y, por supuesto, limitada en sus prestaciones, creo que cumple con la misión con la cual fue ideada, la de hacer públicas mis inquietudes de diversa índole. Y, permítaseme la presunción, tras quince fecundos años de evolución y desarrollo y un aceptable número de visitas, puedo asegurar que estoy razonablemente satisfecho de ella.

Disfrútenla, está a su disposición. Y si tienen algo que decirme respecto a ella, ya saben donde encontrar mi correo electrónico.

Gracias por hacer posible con su interés que esta ilusión mía se mantenga viva. Al fin y al cabo, como cantaba Carlos Gardel, quince años no es nada


Publicado el 1-1-2016
Actualizado el 15-1-2021