Atentado de ETA en Alcalá de Henares



Sumergido en el drama que supone la irrupción del terrorismo en la ciudad de Alcalá, es muy probable que mi comentario pueda parecer en estas circunstancias poco relevante o, incluso, inoportuno; no obstante, no deja por ello de parecerme preocupante el hecho de que un periódico de la importancia de EL PAIS incurra en desinformaciones tales como la que aparece en la portada del ejemplar de fecha 9 de mayo: “ETA asesina a dos policías en Madrid al hacer estallar un coche bomba”.

¿Qué Madrid? ¿Argüelles, la Castellana, Carabanchel...? Pues no; resulta que el atentado tuvo lugar en las proximidades de Alcalá de Henares. Y, se mire como se mire, Alcalá no es en modo alguno Madrid independientemente de su cercanía a la capital.

Esto no pasaría de ser una triste anécdota de no darse la circunstancia de que los errores de este tipo acostumbran a ser en su periódico tan frecuentes como escandalosos. Tratar a Alcalá, tal como lo hacen habitualmente, de ciudad dormitorio o de pueblo madrileño, es algo que me induce a dudar seriamente del grado de conocimiento real que su periódico tiene acerca de esta ciudad. Claro está que en ocasiones, como ocurrió hace tan sólo unos días, también la califican de localidad alcarreña, definición por cierto que si bien desde un punto de vista histórico o geográfico es bastante acertada, resulta ciertamente errónea en el sentido que ustedes daban a la frase dado que Alcalá no forma parte de la provincia de Guadalajara.

Todo esto me hace sospechar acerca de la existencia de un más que probable desinterés por parte de su periódico no sólo hacia Alcalá, sino también hacia el resto de la provincia excepción hecha de la propia capital; desinterés que acostumbra a materializarse en forma de tópicos y conceptos preestablecidos que en la mayoría de las ocasiones no se suelen corresponder en modo alguno con la realidad, lo que no evita que sean manejados constantemente.

Por tal motivo, no creo que sea disparatado solicitarles un trato informativo digno y veraz en lo que respecta a Alcalá, ya que la misma no sólo posee una identidad propia perfectamente configurada que la convierte en algo muy distinto a un mero apéndice de Madrid, sino que además tiene motivos más que sobrados para mostrarse orgullosa tanto de su pasado como de su presente y futuro.


Comentada por el Defensor del Lector el 14-5-1989 en EL PAÍS