Las cuentas del Real Madrid



Podría empezar esta carta diciendo que me parece inmoral que el Real Madrid se haya gastado, en apenas unos días, sesenta y cinco millones de euros en el fichaje de Kaká y casi cien en el de Cristiano Ronaldo, en unos momentos de profunda crisis económica con cuatro millones de parados y cada vez más españoles al límite mismo de la subsistencia; pero claro está no faltaría quien me respondiera cínicamente que con la moral no se come o, parafraseando al emperador Vespasiano, que el dinero no huele...

Por esta razón prefiero enfocarlo desde un punto de vista estrictamente económico: según se ha publicado en la prensa, el Real Madrid tiene en estos momentos una deuda de 560 millones de euros a la que se han de sumar, obviamente, las nuevas “inversiones” de Florentino Pérez. Se me objetará que el propósito es que esta operación sea rentable, lo cual yo no tengo nada claro dada la crisis económica y, por encima de todo, la más que presumible reducción del maná televisivo; eso sin contar con que cunda el ejemplo y otros clubes se lancen a una desenfrenada carrera de fichajes millonarios. ¿Quién acabará pagando el pato? ¿De nuevo los contribuyentes con sus impuestos, tal como ocurrió con la famosa ley de saneamiento del fútbol español que tan sólo sirvió para perpetuar el despilfarro de los presidentes?




Aclaraciones a los comentarios de los lectores 1

Primero, difícilmente puedo ser antimadridista, o promadridista... porque el fútbol no me gusta en absoluto.

Segundo, y dejando aparte consideraciones morales tal como dejo claro en mi carta, pienso que cada cual es muy libre de hacer con su dinero lo que mejor le plazca.

El problema es que, desde hace años, se ha invertido mucho dinero público en sostener al fútbol, y en eso es en lo que estoy en contra. La famosa ley de saneamiento del fútbol se financió al menos en parte con mis impuestos, y muchos ayuntamientos, diputaciones, etc. dilapidaron caudales públicos comprando acciones de sus respectivos equipos, con resultados económicos ruinosos.

Eso sin contar, claro está, pelotazos urbanísticos como el de la Ciudad Deportiva del Real Madrid.




1 La carta fue publicada el 15-6-2009, en la edición electrónica de 20 Minutos, suscitando una serie de comentarios entre los lectores a los que respondí con esta puntualización.


Publicada el 16-6-2009 en EL PAIS