Discúlpeme si vuelvo a insistir en el mismo tema de mi última carta, pero es algo que no he podido evitar dado que el titular de la noticia publicada hoy día 17 en su diario incide de lleno en lo que le comentaba.

El titular dice lo siguiente: “Una niña gitana recibe una paliza de compañeros de clase”, afirmación que no puede ser más categórica. Sin embargo, si leemos el texto de la noticia descubrimos que en realidad se trata de la acusación de los padres de la niña, algo que es negado categóricamente tanto por la dirección del colegio como por los padres de sus compañeros presuntamente implicados en el incidente. Sinceramente, y a la vista de unos y otros testimonios, pienso que sin más elementos de juicio es arriesgado optar por una cualquiera de las dos versiones (o por la contraria), al menos hasta que la policía, o el juez, desentrañe lo sucedido, razón por la que echo de menos el socorrido “presuntamente” al que suelen recurrir los periodistas en otros muchos casos, incluso en aquellos en los que el infractor ha sido descubierto en flagrante delito.

Por otro lado, me llama asimismo poderosamente la atención que en este caso se resalte en el titular la condición de gitana de la niña, pese a que de la lectura del artículo no se pueda deducir en modo alguno que se trate de un elemento fundamental para el desarrollo del incidente. Si hubiera ocurrido justo al contrario, ¿habrían titulado la noticia como “Una niña recibe una paliza de compañeros de clase gitanos”? ¿Es realmente relevante este detalle, hasta el punto de tener que diferenciarlo de cualquier otra pelea escolar en la que ninguna de las dos partes involucradas, ni los agresores ni los agredidos, pertenezcan a esa etnia?