¿Iglesia, o Iglesias?



Siempre que leo alguna crítica, o alguna loa, sobre la Iglesia Católica, pienso que, para empezar, convendría olvidarnos de ese cajón de sastre que es el término “Iglesia”, ya que la realidad es mucho más compleja. No es lo mismo la Iglesia diocesana, es decir, la que agrupa a las parroquias y mantiene instituciones benéficas como Cáritas, que las órdenes y asociaciones religiosas que, desde el punto de vista del derecho canónico y, supongo, también el derecho civil, son entidades autónomas económicamente.

Asimismo, no todas estas entidades religiosas son iguales; las hay muy pobres y muy ricas, las hay que desarrollan una intensa labor social y las hay también (¿necesito dar nombres?) que controlan prósperos negocios de todo tipo. Hay conventos de clausura en los que sus integrantes sobreviven de la caridad, y hay colegios gestionados por órdenes religiosas que nadan en la abundancia.

¿Metemos a todos en el mismo saco?


Enviada el 1-6-2012, como comentario a un artículo, a 20 Minutos