Neoliberalismo a la carta



Vamos a ver, que yo me aclare. La ideología -por denominarla de alguna manera- neoliberal defiende la falta de intervención, e incluso de control por parte del estado en las transacciones económicas entre particulares. Yo lo llamo darwinismo económico o, en lenguaje llano, la ley de la selva, pero bueno, aceptaré pulpo como animal de compañía.

Ahora bien, lo menos que se puede pedir a estos celosos defensores del anarquismo económico -otra manera de considerarlo- es que sean consecuentes, es decir, que si están a las duras, estén también a las maduras. Pero no, acabo de enterarme con estupor de que Sacyr contaba en su contrato de ampliación del Canal de Panamá con un aval público, es decir, respaldado por todos nosotros, de 160 millones de euros por si las cosas pudieran ir mal... y de hecho, están yendo mal. Por si fuera poco, leo también que el Tribunal de Cuentas ve irregular este aval... ¿Esto es también neoliberalismo? ¿U otra cosa muy distinta y mucho más fea?

Eso sin contar con que no se trata en modo alguno de un caso único, véase por ejemplo el pufo de las autopistas radiales de Madrid, con aval estatal incluido en caso -por otro lado previsible- de fracaso, en las que “casualmente” también estaban involucradas varias constructoras, Sacyr incluida. ¿Casualidad?


Publicada el 11-1-2014 como comentario a una noticia en la edición digital de EL PAÍS