Un millón de visitas





Según los datos estadísticos que me proporciona la empresa donde tengo alojada la página desde enero de 2011, el pasado 21 de mayo de 2022 el número de visitas alcanzó el millón, lo que supone una media de unas 240 visitas diarias... lo que no está mal para una modesta página personal como la mía.

Ciertamente según estos mismos datos, tal como explico en la sección de análisis de las visitas a la página, aproximadamente el 90% de estas visitas tienen una duración media igual o inferior a los treinta segundos, por lo que siendo realistas habría que dividir al menos por diez el número de visitas para evaluar el número de páginas efectivamente leídas, aunque fuera deprisa. En cualquier caso, los datos que se suelen dar en internet relativos a páginas mucho más importantes que la mía son siempre de visitas, por lo cual mis resultados pueden compararse con otros sin riesgo de posibles sesgos dado que el factor por el que habría que dividir cabe suponer que será similar en todos los casos.

Hay que contar también con el efecto de los robots de búsqueda o bots, programas automáticos de los buscadores que rastrean internet estableciendo los criterios de prelación de los resultados cuando un usuario utiliza un buscador para encontrar la información deseada, por lo que tampoco deberían ser considerados como visitas; ¿pero cómo descartarlos?

De hecho, voy a relatarles un fenómeno que ha lastrado al contador desde el verano de 2021. En el mes de julio de ese año migré del protocolo http al https, mucho más seguro y la tendencia general de la mayoría de las páginas web, hasta el punto que los navegadores suelen poner pegas, y en ocasiones bloquear las páginas que todavía continúan con el antiguo protocolo inseguro. Pues bien, por razones que ignoro pero sospecho que puedan tener que ver con los bots, o mejor dicho, con una menor frecuencia de búsquedas de los mismos, el número de visitas cayó de forma fulminante a aproximadamente la mitad sin que hasta el momento, casi un año después, se hayan recuperado. ¿Es éste el precio a pagar por una mayor seguridad de navegación por mi página? Lo ignoro.

En cualquier caso, y dado que no obtengo el menor beneficio económico por la página ya que me he negado, y me seguiré negando, a contaminarla con publicidad, todo se queda en el prurito de la satisfacción personal, aunque he de reconocer que en estos últimos meses me frustraba descubrir que iba a tardar más de lo esperado en alcanzar el número mágico del uno seguido por los seis ceros, ya que de haberse mantenido el ritmo de visitas anterior a la caída habría llegado al millón varios meses antes. Pero en realidad tampoco tiene demasiada importancia.

Lo verdaderamente importante es que después de casi quince años y medio contando la primitiva etapa en la que estuvo alojada en un servidor gratuito, la página sigue creciendo sin prisa, pero sin pausa, y si no lo hace más no es por falta de interés ni de ganas, sino porque no puedo dedicarle todo el tiempo que desearía. Pero me doy por satisfecho, y ojalá ustedes piensen lo mismo cada vez que la visiten. Adelante, están en su casa y gracias por haber venido.


Publicado el 1-6-2022