Nahumitas



A diferencia de thorbods y hombres de silicio los nahumitas son humanos, lo que no evita que la incompatibilidad con los terrestres y sus descendientes valeranos sea total... Aunque no debido a su diferente origen biológico, sino a las insalvables diferencias sociales y culturales. Mucho se ha hablado, quizás sin demasiado fundamento, de las hipotéticas veleidades digamos antifranquistas de la obra de Enguídanos, y aunque mi opinión personal es que no hay que buscar tres pies al gato -tendría que haber sido él quien lo confirmara o desmintiera-, lo cierto es que en ningún momento de la Saga encontramos un rechazo tan explícito a las tiranías de cualquier tipo como en los episodios dedicados a los nahumitas, unos personajes por los que el autor no disimula su antipatía más absoluta.

El imperio nahumita es tiránico y completamente odioso, lo cual resulta chocante en una España en la que el franquismo todavía mantenía prácticamente íntegra toda la prepotencia conseguida tras la guerra civil... Pero, insisto en ello, no soy yo el más adecuado para opinar del tema aunque lamentablemente no se lo podamos consultar al autor. Me limitaré, pues, a describir los acontecimientos. Los nahumitas aparecen en la Saga por vez primera en Venimos a destruir el mundo, cuando una poderosa escuadra sideral procedente de Nahum irrumpe inesperadamente en el Sistema Solar cuando Valera está a punto de derrotar a los thorbods. Los nahumitas, enemigos acérrimos de la Bestia Gris, ya habían conseguido expulsarla de sus planetas originarios, y ahora pretenden exterminar a sus descendientes refugiados desde hace siglos en la Tierra. A pesar de ser humanos y de coincidir con los valeranos en su lucha contra el enemigo común, los nahumitas no sólo rechazan aliarse con ellos sino que en su obsesión por destruir a los thorbods contaminan radiactivamente las atmósferas de la Tierra, Venus y Marte en Guerra de autómatas. Finalmente la armada nahumita es destruida, pero los tres planetas han quedado inhabitables y la humanidad se ve obligada a emigrar por segunda vez en busca de nuevos horizontes.

Dadas las circunstancias, era inevitable un segundo encuentro entre valeranos y nahumitas. Éste tiene lugar en Invasión nahumita, y también aquí el contacto entre ambas ramas de la humanidad reviste caracteres dramáticos a causa de la crueldad de los segundos. Llegado Valera a las proximidades del imperio de Nahum en visita de más o menos buena voluntad, la utilización de un arma secreta -el rayo azul- deja inerte al autoplaneta al absorber la totalidad de la energía eléctrica, lo que fuerza a su rendición.

Los nahumitas, dueños de un imperio que se extiende por varios planetas, son originarios de uno de ellos manteniendo al resto sojuzgado bajo una tiránica represión que recuerda a las brutalidades de la ocupación nazi. Éstos no hacen una excepción con los vencidos valeranos, muchos de los cuales son exterminados mientras el resto son convertidos en esclavos. Evacuado el planetillo, que es ocupado por las tropas invasoras, un segundo Miguel Ángel Aznar tan importante o más en la Saga que su ilustre antepasado consigue fugarse de sus captores encabezando la resistencia a la tiranía. Tras varios episodios colaterales y no demasiado afortunados que ocurren en Mares tenebrosos y Contra el imperio de Nahum, en esta última novela vuelven a aparecer los nahumitas al arrebatarles limpiamente Miguel Ángel Aznar el autoplaneta Valera, del cual se valdrá para continuar la lucha en La guerra verde, novela que culmina la serie, derrotando a sus enemigos gracias a un descubrimiento científico, una bomba capaz de aniquilar la totalidad de las plantas verdes de un planeta.

Vencidos los nahumitas y abolido su imperio, que es sustituido por una federación de repúblicas libres -sus antiguas colonias-, Valera parte con destino a la Tierra mientras Miguel Ángel Aznar se desposa con una princesa nahumita que habrá de acarrearle crueles sinsabores en un futuro.

Tras los episodios que relatan el motín en Valera que se salda con el abandono de los Aznar en los antiguos planetas de la Bestia Gris, en los cuales ha resurgido el poderío thorbod, Enguídanos vuelve a rescatar a los nahumitas en El azote de la humanidad. Llegados los fugitivos valeranos, con Miguel Ángel Aznar a la cabeza, a los antiguos planetas nahumitas, descubren con sorpresa que el odiado imperio ha sido reconstruido por la antigua esposa de Miguel Ángel Aznar, al cual había abandonado a raíz de sus desventuras en Valera. En estos momentos el imperio se extiende tan sólo por el planeta natal de los nahumitas, pero como el resto de los planetas están siendo atacados por los thorbods la situación no puede ser más crítica. Finalmente las fuerzas conjuntas de los exiliados valeranos y los antiguos planetas dominados por los nahumitas consiguen vencer primero a los thorbods y posteriormente a los propios nahumitas, los cuales pagan la derrota con la aniquilación de la atmósfera de su planeta y la extinción de la totalidad de su raza.

Después de este desenlace tan definitivo cabría esperar que los nahumitas desaparecieran por completo de la Saga, pero no fue así debido a una de las varias ocasiones en las que Enguídanos dejó cabos sueltos, a veces de considerable envergadura. Cuando tras el descalabro experimentado frente a los sadritas un puñado de terrestres encabezados por Miguel Ángel Aznar arriba a los planetas nahumitas en la novela El imperio milenario, éstos se encuentran con una situación desesperada: El imperio nahumita ha resurgido con más fuerza que nunca y está manteniendo en jaque al mismísimo Valera, incapaz de aplastar su poderío. Cómo puede ser esto posible cuando la totalidad de los nahumitas habían perecido junto con su planeta en la guerra anterior mientras el resto de los habitantes del sistema, sus antiguos esclavos, les odiaban a muerte, es algo que Enguídanos no se molesta en explicar.

¿Despiste monumental o, por el contrario, error deliberado en busca de un mayor gancho? De nuevo lo ignoro. El caso es que la novela está entretenida, y como cabe suponer se salda con la derrota una vez más de los crueles nahumitas comandados en esta ocasión por la propia hija de Miguel Ángel Aznar, descendiente asimismo de la princesa nahumita -su antigua esposa- que provocara el anterior restablecimiento del imperio... Cerrándose la narración con la propia muerte de Miguel Ángel Aznar a manos de su desnaturalizada hija.

Puesto que después de El imperio milenario Enguídanos escribió tan sólo otras dos novelas de la Saga, dedicadas respectivamente a los sadritas y a Redención, los nahumitas no volvieron a aparecer ya en la edición original de la misma. Tampoco lo hicieron en la continuación, y eso que Enguídanos rescató a otros viejos conocidos de los lectores tales como los thorbods o los sadritas, con lo cual la historia de esta cruel raza no tuvo continuación, aunque es evidente que muchos de sus rasgos están presentes en los habitantes del planeta Ziryab, enemigos de los terrestres en la serie de Más allá del Sol.


Publicado el 11-1-1999 en el Sitio de Ciencia Ficción