Y el mundo tembló




Como ya he comentado, la novela se inicia relatando cómo un planeta errante, procedente de nadie sabe donde, se adentra en el Sistema Solar llevando una trayectoria que le acercará peligrosamente a la Tierra. Se prevén catástrofes naturales de magnitud desconocida, mareas inmensas, maremotos y terremotos, erupciones volcánicas... Y se teme también, aunque no se tiene certeza de ello, que la Tierra pueda verse afectada en su rotación y en la orientación de sus polos.

Dentro de la gigantesca campaña de evacuación organizada por el gobierno de los Estados Unidos, una escuadrilla de hidroaviones atómicos recientemente puesta en servicio será la principal responsable de la supervisión del fenómeno y de las posibles operaciones de rescate que vayan surgiendo sobre la marcha; el protagonista será en esta ocasión el capitán de uno de estos hidroaviones capaces de volar sin tomar tierra -agua en este caso- durante meses, y buena parte de la novela se desarrollará precisamente a bordo del mismo.

Describe Enguídanos con bastante vivacidad y muy sólidamente los consecutivos desastres naturales que tienen lugar conforme el planeta errante se va aproximando a la Tierra, los cuales tendrán su culminación en un brusco cambio del eje de rotación terrestre, viniendo a situarse el nuevo polo norte precisamente sobre el territorio de los Estados Unidos de América. Esta desgraciada (para los norteamericanos, claro) circunstancia tendrá dramáticas consecuencias en un futuro, pero esto lo ha de relatar Enguídanos en las novelas posteriores.

Por el momento la confusión de la catástrofe impera sobre cualquier otro criterio, aunque muy pronto un nuevo elemento vendrá a perturbar aún más la situación: El descubrimiento de unas extrañas naves procedentes sin duda del planeta intruso, lo que indica que éste está habitado por unos seres inteligentes que han sido capaces de sobrevivir durante el viaje de éste por el espacio.

Siguiendo un esquema típico de Enguídanos, que repetirá una y otra vez a lo largo de toda su obra el tema de la llegada a la Tierra de extraños seres, los tripulantes del hidroavión perseguirán a una de las astronaves, conseguirán derribarla y, una vez que ésta se refugie en el fondo de un lago, contribuirán decisivamente a la captura y muerte de sus tripulantes supervivientes. Así termina la novela, abriendo una interrogante que sólo parcialmente será resuelta en las siguientes; porque, vuelvo a insistir, Enguídanos malogró en parte esta excelente idea.



Publicado el 6-11-1998 en el Sitio de Ciencia Ficción