Siendo aficionado a la ciencia ficción y a la astronomía, era inevitable que, ya desde muy joven, fijara mi atención también en la astronáutica, sobre todo teniendo en cuenta que nací casi a la par del surgimiento de ésta, apenas un año después del lanzamiento del Sputnik 1 y tan sólo con un mes de diferencia con la fundación de la NASA. Cuando Neil Armstrong holló por vez primera la Luna, el 21 de julio de 1969, todavía no había cumplido los once años, sin duda la edad idónea para soñar con viajes interplanetarios y astronaves maravillosas. Así pues, mi infancia pareció estar marcada por varios de los más importantes jalones de la todavía reciente historia astronáutica. ¿Cómo no iba a interesarme por ella?

Por el momento esta sección es breve en apartados, que no en contenido, dado que alberga tan sólo dos secciones: el glosario y un listado de enlaces a páginas de interés, aunque entra dentro de lo posible que en un futuro éstas se vean incrementadas.