Una larga Edad Media





El medieval rey francés Luis XV



Dentro de la multitud de artículos publicados al socaire de la detención y procesamiento de un conocido presentador y productor de teatro y televisión, me encontré con una auténtica perla cultivada en el artículo que, bajo el título Joan Collins, estrella de un culebrón de José Luis Moreno, publicó el 3 de julio de 2021 el diario Libertad digital dentro de su sección Chic.

Dado que el tema del artículo no tiene relación alguna con esta sección voy a obviarlo, centrándome en el monumental gazapo en el que incurrió sul redactor, en esta ocasión histórico y a mi entender extremadamente grave puesto que afecta a la clasificación de la historia en sus diferentes épocas, algo que al menos cuando yo estudiaba se enseñaba en la primaria... Eso tan conocido -al menos en mis tiempos- de Prehistoria, Edad Antigua, Edad Media y Edad Moderna y Edad Contemporánea siquiera a un nivel tan sumario, ya que los especialistas en la materia manejan clasificaciones más complejas. Pero nos bastará con ésta, sobre todo cuando nos encontramos de sopetón con este párrafo:


Joan estuvo de acuerdo con José Luís Moreno en ser la heroína de una serie de ficción ambientada en la Edad Media. José Luís sería el director de ese culebrón, y había elegido a Joan Collins para representar la vida de la madre del rey de los franceses, Luis XV, Adelaida de Saboya.


Haciendo abstracción de que he tenido que suprimir la tilde que aparecía en la “i” de Luis, una falta ortográfica asimismo reprobable en un profesional del periodismo, mi sorpresa no tuvo límites al descubrir que se convertía a este rey francés, nacido en 1710 y fallecido en 1774, en un monarca medieval, cuando hasta los escolares sabíamos, y ahora deberían saber aunque dadas las leyes educativas que padecemos no pondría la mano en el fuego, que la fecha tradicional que se suele fijar para el final de la Edad Media es la de la caída de Constantinopla en manos de los turcos, la cual tuvo lugar en 1453, dos siglos y medio largos antes del nacimiento de este monarca que, si bien no se significó por sus nulas dotes de gobierno, sí fue durante su reinado cuando eclosionó algo tan poco medieval como la Ilustración, incluyendo la famosa Enciclopedia de Diderot y D’Alembert.

Ciertamente existe disparidad de criterios entre los historiadores a la hora de fijar el límite entre la Edad Media y la Edad Moderna, máxime teniendo en cuenta que, se tome el que se tome, siempre será una mera convención dado que, según que detalle histórico se considere, la fecha podrá variar en mayor o menor cuantía. En España se suele retrasar hasta 1492, año en el que coincidieron dos episodios históricos tan trascendentales como la reconquista de Granada y el descubrimiento de América. Por el contrario el Renacimiento, que siempre se ha considerado como símbolo del inicio de la nueva Edad Moderna, ya daba sus primeros pasos en la Italia del siglo XIV, eclosionando a principios del XV varias décadas antes de la caída de Constantinopla.

Pero en ningún caso a cualquier historiador mínimamente serio se le ocurriría prolongar la Edad Media hasta el siglo XVIII, convirtiendo en medievales al Renacimiento, el Barroco y la Ilustración de una tacada.

Así pues, lo primero que pensé, ingenuo de mí, fue que pudiera tratarse de un error en el ordinal del monarca, ya que con tantos reyes franceses llamados Luis, dieciocho en total, era fácil liarse, por lo que podría referirse en realidad a uno de los diez tocayos suyos, desde Ludovico Pío (814-840) hasta Luis X (1314-1316) que sí reinaron a lo largo de la Edad Media, puesto que Luis XI (1461-1483) y Luis XII (1498-1515) fueron ya renacentistas.

La ilusión duró poco; me bastó con consultar la biografía de Luis XV, sucesor de su bisabuelo Luis XIV en 1715, para comprobar que efectivamente su madre había sido María Adelaida de Saboya, una princesa italiana nacida en 1685 y fallecida en 1712. Así pues no había error alguno, sino una pura y simple metedura de pata tamaño XXL. Lo cual, se mire como se mire, implica un desconocimiento histórico francamente preocupante tanto del periodista que lo redactó como del periódico que no lo corrigió.

Por si fuera poco, a pesar de que les envié un comentario advirtiéndolos del gazapo -por calificarlo suavemente-, como era de temer hicieron caso omiso de él desentendiéndose de corregirlo, pese a lo fácil que hubiera resultado cambiar Edad Media por Ilustración. Lo cual, sinceramente, no sé si es todavía peor.


Publicado el 5-7-2021