Está comprobado que ni la historia ni la geografía son precisamente el fuerte de los periodistas. Así, en el artículo truculentamente titulado Nerón no dio de comer nunca cristianos a los leones del Coliseo, publicado el 10 de octubre de 2022 en EL PAÍS, se afirma:

Trajano (53-117 d.C.), el emperador que llevó el imperio a su máxima extensión (tres millones de kilómetros cuadrados)...

Algo que a mí, a bote pronto, se me hizo demasiado poco, puesto que 3.000.000 de km² vienen a equivaler aproximadamente a unas seis veces la extensión de España, cuando basta con ver un mapa del imperio romano a principios del siglo II de la era cristiana para sospechar que la superficie real debía de ser bastante mayor. Y efectivamente, una rápida consulta a la Wikipedia me dio como resultado un valor bastante más ajustado a la realidad de 5.000.000 de km², un 66% más. Quizá el error del redactor pudo deberse a que en el citado artículo se daba la extensión del imperio en función de la época, puesto que como cabe suponer ésta varió a lo largo de los siglos. En concreto y según la misma fuente en el año 27 antes de Cristo, justo cuando Augusto accedió al trono, tan sólo abarcaba 2.750.000 km², poco más de la mitad y sospechosamente parecido al dato aportado por el redactor. Aunque desconozco cual pudo haber sido su fuente, dada la facilidad de acceso a este dato no cabe por menos que darle un tirón de orejas.

Seguimos con EL PAÍS y también en este mismo día con el artículo ¿Y si ocurre alguna de estas cosas en Ucrania?, dedicado obviamente a la salvaje guerra desatada por Putin contra Ucrania. En este caso al especular con las posibles -y temibles- consecuencias de una catástrofe nuclear en la central de Zaporiyia el redactor se descuelga con lo siguiente:

Strilez advirtió de que unas emisiones de esa magnitud afectarían a un área de 10 millones de kilómetros cuadrados, tres veces el tamaño de Ucrania y aproximadamente la mitad de la UE.

Pasando por alto el dequeísmo, aceptado a regañadientes por la RAE pero no recomendado por ésta, en lo que respecta a las extensiones superficiales vamos a recurrir de nuevo a la Wikipedia: La superficie de Ucrania es de 603.700 km² incluyendo Crimea y los otros territorios invadidos por Rusia, lo que equivale a aproximadamente al 6% de esos 10 millones de km², no el 33,3% que supondría el tercio indicado en el artículo. Por su parte la extensión de la Unión Europea es de 4.237.473 km², lo que si bien se acerca más a la proporción apuntada, no deja de ser un 42% en lugar del 50% apuntado, con lo que el redondeo es de casi un 20%, demasiado a mi entender para calificarlo de aproximado.

Pero como afirma la conocida frase italiana, se non è vero, è ben trovato.