Se suele atribuir a Randolph Hearts, inmortalizado en el cine -aunque no precisamente a su gusto- por Orson Welles en su magistral Ciudadano Kane, la cínica frase “No permitas que la realidad te estropee un buen titular”. Aunque, si he de ser sincero, no he podido confirmar fehacientemente su autoría. En cualquier caso tanto da que la dijera realmente como que en realidad sea apócrifa, ya que poco importa para el ejemplo que traigo hoy, el cual,más que gazapo involuntario -o indocto- se puede considerar un intento deliberado de llamar la atención con un titular impactante por más que justo debajo, en el cuerpo del texto, la magnitud del presunto notición baje como si fuera un suflé.

Véase si no tengo razón. Con fecha del 31 de agosto de 2019 me encontré, en la sección de Ecología, subsección Cambio Climático de El Español, con este preocupante titular:

“Siete de los diez años más cálidos de la historia de España han ocurrido desde 2001.”

Remachado, para mayor alarma, por esta glosa:

“Del ‘top ten’ de años calurosos, además, cinco de ellos han ocurrido en los últimos diez años.”

Y yo con estos pelos... porque aunque el año cero de esta entidad que llamamos España puede variar mucho según a quien le preguntes, sobre todo si, como suele ocurrir con frecuencia, su ignorancia histórica mantiene una proporcionalidad inversa con su furibundez política o ideológica, desde los tiempos de los visigodos hasta nunca pasando por los Reyes Católicos -erróneo, puesto que Navarra se incorporó varios años después de la muerte de Isabel la Católica-, en cualquier caso debía de tratarse de mucho tiempo...

Pues no, porque basta con seguir leyendo para encontrarnos, en el mismísimo primer párrafo, con este tranquilizador anticlímax:

“Siete de los diez años más cálidos registrados en España desde 1965, fecha de comienzo de la serie histórica, pertenecen al siglo XXI.”

Lo cual no es exactamente lo mismo, e incluso viene corroborado por una gráfica de barras con el logotipo de la AEMET que abarca desde 1965 hasta 2018.

Se me ocurren varias posibilidades, asumiendo que el redactor del titular no fuera el mismo que el del reportaje. La primera, que no lo leyera o lo hiciera tan por encima que entendió lo que quiso y escribió lo que se le antojó, eso sí deliberadamente llamativo por no decir descaradamente sensacionalista.

La segunda, que estuviera convencido de que la historia de nuestro país comenzó hace tan sólo cincuenta y cuatro años, un período de tiempo sorprendentemente corto aunque todavía nos permitiría aventajar en años de independencia a un buen puñado de países de los cinco continentes, incluidos algunos europeos... lo cual me preocupa puesto que significa que yo pertenecería a la prehistoria española, ya que nací siete años antes del fatídico 1965.

Y la tercera que, aplicando la frase de Hearts a la que hacía alusión, aderezada con el toque maquiavélico -de Maquiavelo, no de la definición del DRAE astuto y engañoso- de que el fin justifica los medios, el drástico recortador de la historia de España pensara que estaba justificado cargar un pelín las tintas en pro de la noble causa de la lucha contra el cambio climático, por más que un período de poco más de cincuenta años resulte irrelevante para poder establecer una tendencia climática no ya a largo plazo -milenios-, sino ni tan siquiera a un siglo vista.

Pero da igual, con un titular tan maravilloso, ¿quién va a perder el tiempo leyendo la noticia?