Lección de química
Moléculas de propanol (arriba) y de metil-etil-cetona
(abajo). El oxígeno está representado en color rojo
El 2 de noviembre de 2000 el diario EL PAÍS publicó el artículo titulado Una fuga del buque hundido en la costa francesa provoca tres manchas tóxicas, relativo al naufragio sufrido dos días antes por el carguero Ievoli Sun, que transportaba diversos productos químicos, frente a la costa de Normandía, en el Canal de la Mancha.
Empezaba explicando que el principal vertido era de estireno, al que se describía como un hidrocarburo derivado del benceno -en concreto etilenbenceno- de amplio uso en la industria química, principalmente para la síntesis de poliestireno, añadiendo que su toxicidad era moderada y que los vertidos no presentaban mayor peligro dado que flotaba en el agua, se evaporaba con facilidad y era biodegradable.
Hasta aquí, todo correcto. El problema surgió cuando, en el último párrafo del artículo, se añadía lo siguiente en alusión a otros productos químicos que también transportaba el barco naufragado:
Los otros dos contaminantes, el propanol y la metil-etil-cetona, dos hidrocarburos utilizados como solventes e intermediarios de varios procesos químicos, son solubles en agua y presentan una toxicidad muy baja.
Y aquí, lo reconozco, se me soliviantó tanto mi componente químico que me apresuré a enviarles una carta de protesta la cual, huelga decirlo, no me fue publicada. Así pues, a modo de revancha tardía, vaya aquí mi enmienda al gazapo:
La definición química de los hidrocarburos es la siguiente: Compuesto resultante de la combinación del carbono con el hidrógeno... y conste que la he tomado del DRAE, no de un manual de química. Dicho con otras palabras, cualquier hidrocarburo se caracteriza, a la par que se diferencia del resto de los compuestos orgánicos, porque en su molécula tan sólo existen átomos de carbono e hidrógeno, tal como su propio nombre indica: hidro por hidrógeno y carburo por carbono. Por esta razón, la presencia en una molécula de cualquier otro átomo como oxígeno, nitrógeno, azufre o cloro hace que el compuesto resultante ya no sea un hidrocarburo.
Así pues ni los alcoholes ni las cetonas pueden ser hidrocarburos ya que además de contar en sus moléculas con carbono e hidrógeno, incorporan además átomos de oxígeno, diferenciándose entre ambos por la distinta forma en la que está colocado el oxígeno en la molécula, en los alcoholes unido a un carbono y a un oxígeno mientras en las cetonaslo está a un único carbono mediante un enlace doble.
Por otro lado tampoco resultaba imprescindible haber asistido a la facultad de Química para saberlo, puesto que se trata de compuestos comunes que todos tenemos en nuestras casas. El propanol es muy parecido al alcohol corriente, o etanol, del que se diferencia en que cuenta con tres átomos de carbono en lugar de dos. Algo similar ocurre con la metil-etil-cetona, o butanona, que también cuenta con un carbono más -cuatro en total- que la familiar acetona, o propanona, de tan sólo tres.
Pero de hidrocarburos, nada.
Publicado el 4-3-2020