Lección de paleontología





Como se puede apreciar, los mamuts tenían poco en común con los dinosaurios. Ilustración de la Wikipedia



Lo siento, pero tengo que insistir una vez más: los disparates de todo tipo que se leen en los periódicos me obligan a dudar del nivel cultural medio de bastantes de los profesionales que trabajan en ellos, así como a sospechar de la desaparición de unas figuras tan arraigadas en el periodismo clásico como el redactor jefe o el corrector de pruebas. Porque no se trata de erratas ni de despistes, sino de meteduras de pata que en mis tiempos -a saber ahora- habrían supuesto un suspenso fulminante al estudiante que incurriera en alguna de ellas.

Y si bien es evidente que nadie puede abarcar todo -aunque ya hubieran querido los periodistas de entonces disponer del maná de internet-, hay cosas que se supone debería saber no ya un universitario, sino cualquier persona con un mínimo nivel cultural.

Porque la cosa es de traca. Con fecha 29 de marzo de 2023 el diario ABC me soltó este puñetazo a los ojos ya en el mismo titular:


¿A qué sabe un dinosaurio? Una compañía australiana fabrica la primera albóndiga de carne de mamut.


Patidifuso me quedé. Ya en la primaria nos enseñaban que los dinosaurios eran reptiles que vivieron en la Era Secundaria y se extinguieron hace 65 millones de años, mientras los mamuts fueron unos mamíferos emparentados con los elefantes que coexistieron con el hombre primitivo y se extinguieron hace apenas unos miles de años. Por consiguiente, no sólo no tenían mayor parentesco entre ellos que el hecho de ser vertebrados, sino que además pasaron muchos millones de años entre la desaparición de los primeros y la aparición de los segundos. Incluso recuerdo, y yo todavía era muy pequeño -no tendría más de diez o doce años-, cómo me escandalicé viendo en la película Hace un millón de años cazar dinosaurios a los hombres prehistóricos; lamentablemente, todavía era demasiado pronto para que pudiera apreciar a Raquel Welch ataviada en su sucinto bikini de pieles.

Podría precisar más los datos, pero aparte de que ahí está la Wikipedia para quien tenga interés en buscarlos, tampoco creo que sea necesario para resaltar tan monumental disparate. Y aunque el tema abordado en el artículo no deja de ser una extravagancia -unos investigadores afirman haber creado carne artificial partiendo de células de elefante a las que habían incorporado ADN fósil de mamut-, en éste no se vuelve a repetir el despropósito de los mamutsaurios.

Por lo tanto la responsabilidad del patinazo recae con todo su peso sobre el anónimo redactor del titular, que no tiene por qué ser obligatoriamente -aunque desconozco si fue así en este caso concreto- el firmante del artículo, al que concederemos el beneficio de la duda.


Publicado el 29-3-2023