Pese a estar acostumbrado -y resignado- a las meteduras de pata culturales -en la acepción de cultura general- de los periodistas actuales, hay ocasiones en las que me sigo sorprendiendo no sólo de la incultura de los redactores o, más frecuentemente, de los personajes anónimos que escriben los titulares, no necesariamente los mismos.

Veamos, a modo de ejemplo, el titular con el que tropecé en el diario digital El Español con fecha de 8 de abril de 2024:

Este plato típico tiene más de 2.000 años de historia: los árabes lo trajeron a la Península Ibérica.

Y se quedaron tan frescos al tiempo que a mí se me retorcían las neuronas. No hace falta ser un experto en historia para saber que los árabes -en realidad los musulmanes, puesto que los árabes fueron una minoría frente a los bereberes del norte de África- llegaron a la Península Ibérica, y no precisamente de visita, en el año 711, siglo VIII de la Era Cristiana, por lo que desde entonces a acá han pasado mil trescientos trece años; muchos evidentemente, pero bastante menos de los dos mil que pregonaba el titular.

Cierto es que no se afirma que los árabes lo trajeran aquí recién inventado, pero tampoco lo explicita y da pie a un más que posible equívoco. En el artículo, que como suele ocurrir en otras muchas ocasiones sí está bien redactado, podemos leer que las albóndigas, que éste es el plato en cuestión, ya eran conocidas por los romanos, los griegos y los egipcios, y es de sobra sabido que los romanos, llegados aquí unos cuantos siglos antes que los árabes, nos romanizaron a conciencia incluyendo lo referente a los hábitos culinarios.

Sí parece ser que su popularización en lo que andando el tiempo sería nuestro país, al menos tal como las comemos ahora, se debió efectivamente a los musulmanes; pero esto no es lo que se afirma tan tajantemente en el titular.