Desde hace tiempo acostumbro a pasar la Inspección Técnica de Vehículos de mi coche en Guadalajara ya que en Alcalá no es posible hacerlo, y hace unos días recibí una notificación de esta estación recordándome que debía pasarla. En esta notificación se informaba que el horario era de 7 a 21 horas de lunes a viernes y de 8 a 14 los sábados, y puesto que al vivir en Alcalá y trabajar en Madrid me resultaba difícil desplazarme un día laborable opté por ir un sábado, el día 11 de abril concretamente.

Sin embargo, al llegar allí me encontré con un problema: La estación estaba cerrada a cal y canto. ¿Qué ocurría? Era Sábado Santo y, al parecer, habían hecho puente. Obviamente me vi obligado a volverme por donde había venido y a repetir la visita una semana después, siendo atendido sin problemas. Sin embargo, me vi obligado a realizar un viaje de cincuenta kilómetros entre la ida y la vuelta para nada, y puesto que el plazo para pasar la inspección de mi coche vencía el lunes 13 de abril, estuve casi una semana con la documentación caducada. ¿Qué hubiera pasado de pararme la Guardia Civil?

Mi malestar ante tal hecho es evidente. En primer lugar el Sábado Santo es un día laborable a todos los efectos, y la estación de ITV no es una tienda que pueda cerrar cuando le apetezca, sino un servicio público que tiene unas responsabilidades de atención a las personas que necesitan pasar la inspección. Además, en la carta que me enviaron ni siquiera especificaban que ese día cerraban, lo cual me impidió saberlo con la suficiente antelación para organizarme de otra manera. Evidentemente, los responsables de la estación de ITV pensaron muy poco en los derechos de los ciudadanos.