Maltrato informativo a Alcalá de Henares (I)



Me dirijo de nuevo a usted para expresarle mi profundo desagrado por la cobertura informativa dada por su diario a la noticia relativa al empleo de alimentos para animales en una guardería alcalaína, cobertura que estimo de todo punto exagerada para este caso en concreto a la par que lesiva para la imagen de la ciudad de Alcalá.

Vaya por delante que soy un firme defensor de la veracidad y la transparencia informativas, lo que no impide que, junto con mi repulsa hacia todo lo que suponga ocultación de noticias desagradables, estime asimismo imprescindible una ponderación razonable a la hora de darlas a conocer a los lectores, siempre en función exclusivamente de su relevancia y no del oportunismo fácil e inmediato, ya que todo lo que no sea así no es sino sensacionalismo fácil cuando no zafio.

Está claro, pues, que nada tengo que objetar a que su diario, al igual que el resto de los medios de comunicación, se haya hecho eco de esta desagradable noticia; pero lo que encuentro completamente desmesurado es que la misma haya merecido los “honores” de figurar de forma destacada en la portada, circunstancia ésta ciertamente muy difícil de conseguir en condiciones normales. Sinceramente, me pregunto si el martes 11 de diciembre no había noticias más interesantes para el lector, tanto de origen nacional como internacional, y más merecedoras por tanto de ser destacadas que el asunto de unos bocadillos hechos con recortes de embutidos y que, aun siendo grave, dista mucho de ser dramático.

Pero lo más preocupante de todo, a la par que indignante para los alcalaínos, es la constatación una vez más del sesgo informativo con el que suele ser tratada nuestra ciudad en su diario, totalmente desequilibrado y parcial al resaltar exageradamente los aspectos desagradables de la misma a la par que minimiza o simplemente ignora todos aquéllos que resultan ser positivos. Y, aunque podría mostrarle muchos ejemplos -y de hecho así he obrado en anteriores cartas-, voy a conformarme en esta ocasión con uno solo. Coincidiendo con el asunto de los bocadillos, han surgido dos importantes noticias que tenían como protagonista asimismo a Alcalá y que, de una manera objetiva, resultaban ser infinitamente más relevantes: El reconocimiento del Consejo de Europa al proyecto de recuperación del antiguo conjunto universitario, y la inauguración en Madrid de una exposición relativa a la citada recuperación. Le invito a usted a comparar la cobertura dada por su diario a estas dos noticias -que, por cierto, no salieron en portada- con la concedida al suceso de la guardería, de manera que pueda juzgar por sí mismo y de una manera completamente objetiva.

Por último, desearía hacer un ruego a los responsables de la edición de EL PAIS: Que presten poca o mucha atención a los asuntos de la ciudad de Alcalá, es algo que compete exclusivamente a sus propios criterios; pero lo deseable, sería que lo hicieran de una manera equilibrada atendiendo a todo lo que ocurre en ella y no sólo a aquello que es presuntamente más espectacular y que, curiosamente, suele ser casi siempre negativo cuando no claramente vejatorio. Conozco perfectamente el viejo aforismo según el cual la noticia es que un hombre haya mordido a un perro y no lo contrario; pero, precisamente, ésta es la sutil diferencia que permite elegir entre un periódico serio y otro que no lo es.


Enviada el 13-12-1990 a EL PAIS