Médicos y funcionarios



Soy licenciado en Ciencias Químicas y funcionario del Estado, y llevo nueve años (desde que aprobé la oposición) atascado en una categoría laboral inferior a la correspondiente a mi titulación debido a que la promoción interna es prácticamente inexistente en la Administración española. Como funcionario que soy he perdido poder adquisitivo en estos últimos años por culpa de las congelaciones y semicongelaciones de sueldo decretadas por el Gobierno, y no he tenido más remedio que aguantarme.

A mí también me gustaría ganar cien mil pesetas más al mes, pero ni me las dan ni me darán tan siquiera la miseria de treinta mil pesetas prometidas por la Administración a los señores médicos y rechazada por éstos tachándola de insuficiente... Claro está que yo no puedo paralizar un hospital, con lo cual me quedo sin armas para poder reclamar privilegios indefendibles frente al resto del funcionariado y a los ciudadanos en general.

¿Qué quieren que les diga? La huelga de los médicos me parece no sólo abusiva de cara a unos ciudadanos inocentes convertidos en rehenes de un conflicto al cual son totalmente ajenos, sino también discriminatoria frente al resto de unos funcionarios que nos hemos visto obligados a apretarnos el cinturón sin ninguna contrapartida a cambio. Además, todo aquel médico que no esté conforme con su sueldo de funcionario siempre tendrá el recurso de pedir la excedencia y trabajar por su cuenta, cosa que no pueden hacer todos.


Enviada el 4-6-1995 a EL PAIS