La ciudad de Alcalá



Como alcalaíno le agradezco el intento de potenciar las visitas turísticas a mi ciudad, y encuentro que artículos como el titulado Aula magna, publicada en su sección el día 30 de junio, pueden ayudar bastante a ello. El artículo citado se ajusta perfectamente a la realidad y deseo por ello felicitar a su autor, pero incurre en varios errores que sería conveniente aclarar por cuanto en algunos casos están muy extendidos y pueden confundir a muchas personas.

En primer lugar Alcalá no es villa sino ciudad, desde 1687 exactamente; éste es un error muy frecuente en el que incurren los madrileños y que en Alcalá nos desagrada, máxime cuando se la llama pueblo. La Casa de la Entrevista no es el edificio donde tuvo lugar la entrevista entre Isabel la Católica y Cristóbal Colón, ya que ésta ocurrió en realidad en el cercano palacio arzobispal que era también la residencia real. Puesto que el palacio se perdió en el incendio de 1939, en 1968 se habilitó este edificio, antigua iglesia del convento de San Juan de la Penitencia, para recordar este hecho, pero nunca se ha pretendido en Alcalá que la entrevista hubiera tenido lugar en un edificio que, amén de ser una iglesia, no estaba todavía construido en 1486.

La iglesia Magistral no es colegiata sino catedral, ya que es la sede del obispado complutense; obispado reciente, eso es cierto, pero que cuenta ya con varios años de andadura. Y en cuanto a la casa de Cervantes, ocurre justo lo contrario que con la casa de la Entrevista: sí es la casa natal del escritor del Quijote como demostrara fehacientemente Luis Astrana Marín. Hay que reconocer que la restauración llevada a cabo en 1956 fue excesiva y que algunas partes del edificio, en especial la fachada que da a la calle Mayor, fueron inventadas, pero eso no impide que se trate del edificio original, en el cual se descubrieron recientemente unos frescos contemporáneos de Cervantes si no incluso anteriores. Por último, el patio principal del colegio mayor de San Ildefonso no se llama Mayor, sino de Santo Tomás de Villanueva.


Publicada el 14-7-1995 en EL PAIS