Antes de nada, deseo felicitar a Renfe por haber culminado con éxito el nuevo enlace ferroviario entre Príncipe Pío y Atocha, el cual va a suponer tal como se informaba en esta misma sección una importante mejora en el servicio de cercanías de la cual se beneficiarán numerosos viajeros.

Sin embargo, habría que matizar el calificativo utilizado por ustedes en el reportaje publicado el día 28 de junio, ya que la remodelada red de cercanías no puede ser considerada todavía como una “M-30 ferroviaria” al no existir un enlace directo de las líneas de Alcalá de Henares y Guadalajara (C-1, C-2 y C-7a) con la estación de Chamartín sin necesidad de dar un largo rodeo por Atocha y el túnel de la Castellana.

Sin embargo, existe una vía doble y electrificada que parte de la estación de San Fernando y llega a la de Chamartín, pero ésta es utilizada actualmente tan sólo por trenes de largo recorrido a pesar de que su utilización por trenes de cercanías estaba prevista en el antiguo plan Felipe. Según tengo entendido para que esto fuera posible bastaría con una remodelación de la cabecera de la estación de Chamartín mucho menos costosa que la construcción del enlace Príncipe Pío-Atocha o el desdoblamiento de las vías entre San Fernando y Alcalá, pero por razones que ignoro esta remodelación no ha sido llevada a cabo.

Resulta evidente que, de ser creada una línea directa Guadalajara-Chamartín sin pasar por Atocha, los beneficios serían muchos: Se acortaría la longitud del viaje entre varias de las estaciones de la línea (las comprendidas entre Guadalajara y San Fernando) y Chamartín, se descongestionaría el saturado túnel de la Castellana y se podría dar servicio ferroviario a zonas que actualmente carecen de él tales como Canillejas u Hortaleza, donde están construidas incluso las estaciones.