Todo medio de comunicación que se precie debería intentar ser siempre lo más objetivo posible, tanto si se trata de cuestiones de política nacional como si aborda cualquier otro tema: política internacional, economía, deportes... Sin embargo, esto no sucede al parecer con Telemadrid al menos en lo que al fútbol se refiere, porque si bien desde siempre era patente su filomadridismo, a raíz del reciente partido entre el Real Madrid y el Barcelona su descarado apoyo al club del Santiago Bernabeu ha alcanzado ya los límites de lo intolerable.

Puesto que al parecer no les bastó con retransmitir el partido, durante los días previos al encuentro nos estuvieron machacando continuamente con los prolegómenos del mismo, y el mismo sábado nos regalaron con una programación especial en la que el Real Madrid salía hasta en la sopa, incluyendo la repetición de un antiguo partido en el que este equipo goleó por cinco a cero al Barcelona. Y a modo de guinda ni siquiera nos dejaron en paz en los programas que no eran de fútbol, ya que cada dos por tres nos estuvieron mareando con un dichoso pitufo que ondeaba una bandera jaleando “¡Hala, Madrid!”.

A mí me gustaría recordar a los dirigentes de esta cadena pública, sufragada por cierto con el dinero de todos los contribuyentes, algo tan evidente como que somos muchos a los que no nos gusta el fútbol, y que también viven en su zona de cobertura muchos aficionados a este deporte cuyas simpatías no son para el Real Madrid sino para otros equipos, empezando por los otros dos clubes madrileños de primera división (el Atlético y el Rayo) y siguiendo por otros muchos, Barcelona incluido. Todos nosotros, creo yo, nos merecíamos un mínimo de respeto por parte de esta cadena, respeto que no existió.

Por si fuera poco Telemadrid pecó también de imprudencia; aunque afortunadamente no ocurrió ningún percance, su abusiva campaña filomadridista bien hubiera podido incitar a los sectores más violentos de la hinchada de este club a provocar incidentes.