Vengo leyendo, desde hace varios días, sus artículos sobre el tema de la supresión de la venta de gasolina con plomo, observando que en ellos se incurre de forma sistemática en el error de relacionar la gasolina sin plomo con los catalizadores, habiéndose llegado a afirmar que para que los motores diseñados para consumir gasolina súper pudieran utilizar gasolina sin plomo, sería necesario instalarles un catalizador.

En realidad, el tipo de gasolina que consume un motor y el catalizador son dos cosas independientes, ya que la misión del catalizador es únicamente la de reducir la emisión de monóxido de carbono por el tubo de escape. Lo que sí ocurre es que el uso de gasolina con plomo deteriora el catalizador, pero un coche sin catalizador, si el diseño del motor lo permite, puede utilizar cualquier tipo de gasolina, con plomo o sin ella.

El problema del uso de la gasolina con plomo está en realidad en el diseño del motor. Un motor de alta compresión necesita utilizar gasolina de alto índice de octanos (la súper), pero un motor de baja compresión puede utilizar indistintamente gasolina súper o gasolina de menor octanaje, como la gasolina sin plomo, equivalente a la desaparecida gasolina normal. Ignoro si los motores de alta compresión pueden utilizar gasolina sin plomo de 98 octanos, pero en principio la ausencia de catalizador no tendría por qué suponer, en ningún caso, la menor limitación en el uso de los diferentes carburantes.

Otra afirmación errónea es la de que los vehículos que utilizan gasolina con plomo son los responsables del 80% de la contaminación producida por el parque automóvil de España. En realidad la gasolina con plomo en lo único que se diferencia de la gasolina sin plomo, de cara a la contaminación, es en la existencia de este metal, pero el resto de los posibles contaminantes (monóxido de carbono, óxidos de azufre, óxidos de nitrógeno, hollín) pueden ser también producidos, y posiblemente en cantidades similares, por la gasolina sin plomo, ya que dependen tanto del tipo de petróleo utilizado en la refinería como del estado del motor. Tampoco conviene olvidar la existencia cada vez mayor de motores diésel, los cuales utilizan un combustible -el gasóleo- potencialmente más contaminante que la gasolina de cualquier tipo.