El carril bus del paseo de las Delicias (I)
Leí con sorpresa, en su diario de ayer, la decisión del ayuntamiento de Madrid, una vez terminadas las obras del nuevo túnel de Santa María de la Cabeza, de suprimir el carril bus de bajada por el paseo de las Delicias, supongo que debido a las protestas y presiones de los vecinos de esta última calle.
A mí, como usuario de los autobuses que discurren por el mismo, me gustaría hacer una pregunta al respecto: La oposición de los vecinos del paseo de las Delicias ¿se debe a razones objetivas, o se trata tan sólo de la defensa de sus intereses particulares, totalmente respetables, por supuesto, pero enfrentados al interés general de todos los ciudadanos?
Analicemos la cuestión. Por lo que yo sé, el principal argumento esgrimido en contra de este carril bus ha sido su presunta peligrosidad, al haberse producido en él varios atropellos. Sin embargo, todo parece indicar que esos atropellos se pudieron deber, al menos en parte, a imprudencias de los peatones, ya que todos los cruces sin excepción están perfectamente regulados por semáforos. Según este argumento habría, pues, que suprimir la totalidad de las calles de doble sentido existentes en la capital, y por supuesto habría que prohibir la circulación en infinidad de puntos negros cuya siniestrabilidad es muy superior a la del paseo de las Delicias. También conviene recordar que el último tramo de esta calle, entre la plaza de la Beata y Legazpi, siempre ha existido un carril bus a contramarcha que jamás ha generado problemas, ni protestas de los vecinos, el cual además se va a mantener. ¿Por qué razón, pues, se aplican distintos criterios en dos tramos contiguos de una misma calle?
Otro factor importante es la consideración de si este carril bus ha sido beneficioso para el tráfico y para los usuarios de las numerosas líneas de autobuses que por él discurren; a mi modo de ver, se ganó considerablemente en rapidez y fluidez sobre la situación anterior que se quiere ahora recuperar, ya que el antiguo recorrido por la vecina calle Batalla del Salado estaba habitualmente congestionado debido a la angostura de la misma y a la perenne presencia de coches en doble fila que agravaban todavía más el problema. Por el contrario, el carril bus a contramarcha del paseo de las Delicias se reveló como un eficaz modo de acabar de raíz con la doble fila que ocupaba permanentemente ese carril, inutilizándolo en la práctica para el tráfico.
En conclusión, y con todo mi respeto hacia los intereses de los vecinos del paseo de las Delicias, pero pensando en el superior interés general, y dados los beneficios de diversos tipos obtenidos con la implantación de ese carril bus, estimo que debería mantenerse de forma definitiva, proponiendo además al ayuntamiento de Madrid la ampliación de la iniciativa a otras calles no menos problemáticas de la capital. Si lo que quieren realmente los responsables municipales es agilizar el tráfico y potenciar el transporte público, tienen en sus manos una excelente forma de hacerlo.
Enviada el 21-2-2003 a 20 Minutos