Astrónomos y astrólogos



Mi carta está motivada en esta ocasión por un asunto estrictamente personal -aunque no tengo ningún problema en que la utilice de la manera que crea más conveniente-, que no es otro que el de manifestarle mi total apoyo frente a los ataques que ha recibido por parte de los astrólogos, unos individuos cuya actividad resulta totalmente injustificable desde un punto de vista científico -y aun de sentido común- pese a lo cual no sienten el menor empacho a la hora de arrogarse un protagonismo que en modo alguno les corresponde, ya que a mi entender no pasan de ser unos simples charlatanes de feria que, eso sí, obtienen unos pingües beneficios a costa de los incautos a los que embaucan con sus mixtificaciones.

Es tan evidente la falsedad de la astrología que huelga perder tiempo intentando rebatirla, y si estos señores están tan convencidos de su autenticidad, lo único que tienen que hacer es demostrarla de la única manera válida posible, utilizando el método científico, y no esa parafernalia seudocientífica que sólo engaña a quienes se quieren dejar engañar, tras de la cual tan sólo se oculta una completa mentira.


Enviada el 4-4-2005 al Defensor del Lector de EL PAIS