Mens vacua in corpore sano
La lectura de la noticia de que el reciente premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, el físico español Juan Ignacio Cirac, desarrolla sus trabajos de investigación en Alemania, al igual que les ocurre a otros muchos científicos jóvenes españoles, me ha movido a hacer la siguiente reflexión:
¿Es normal que un país que expulsa a sus mejores cerebros (científicos, artistas, creadores...) acoja al mismo tiempo a los futbolistas de élite (y mejor pagados) de todo el mundo?
La respuesta, me temo, dista mucho de ser baladí.
Enviada el 25-5-2006 a EL PAIS