En estos días en los que está abierto el plazo para la declaración de la renta, Hacienda está desarrollando una idílica campaña de prensa con mensajes tales como “Para que no te ocupes de nada, hemos pensado en todo” o “Te facilitamos presentar tu declaración”, todo muy bonito, pero que a la hora de la verdad resulta no ser cierto.

Soy propietario de una vivienda, mi residencia habitual, que tiene aneja una plaza de garaje incluida en las escrituras. Por tal motivo la plaza de garaje está exenta de tributación, pero cual no sería mi sorpresa al descubrir que en el borrador de declaración remitido por Hacienda la plaza de garaje estaba segregada de la vivienda y, como tal, gravada con el 1,1 % de su valor catastral, lo que a todas luces era incorrecto.

Tras dejar por imposible conseguir que me cogieran el teléfono en el que presuntamente podías realizar las correcciones al borrador, opté por dirigirme en persona a la delegación de Hacienda a la que pertenece mi domicilio, lo cual por cierto tuve que hacer en horas de trabajo ya que el horario de atención al público es sólo por las mañanas y de lunes a viernes. Allí me dijeron que corrigiera yo el error, y al insistir en la conveniencia de que lo rectificaran ellos para evitar que en años sucesivos volviera a suceder, la respuesta fue que eso no era posible. Así pues, de poco me sirvió el borrador, ya que tuve que rellenar un impreso con la declaración tal como si no hubiera dispuesto de él.

Mi pregunta es evidente: ¿para qué tantas presuntas facilidades si luego, en la práctica, no sirven para nada? Y yendo más lejos: ¿qué habría sucedido de no percatarme de que me estaban gravando incorrectamente de más? Hay que tener en cuenta que es el primer año que se introduce este concepto, y que al carecer de información al respecto la carta en la que se me remitió el borrador, podría haberlo firmado sin más, con lo cual le habría regalado ese dinero a Hacienda.