Cada vez que algún ciudadano se queja, con razón, de los incómodos y prácticamente inaprovechables horarios de los bancos, le falta el tiempo para saltar a algún empleado de banca alegando, como hizo el pasado día 5 de junio alguien que firmó con las iniciales M.A.R., que reclamar unos horarios siquiera equivalentes a los habituales del comercio supone un atentado contra sus derechos laborales... Cuando no es tal, ya que exigir a un banco que amplíe sus horarios no implica, en modo alguno, exigir que sus empleados tengan un mayor horario. Existe una solución tan sencilla como la implantación de turnos, algo que ya existe en multitud de sectores tales como los grandes almacenes, los supermercados, las gasolineras, los hospitales... En los cuales no se vulnera, que yo sepa, derecho laboral alguno, pero sí se proporciona un mejor servicio a los ciudadanos.

Por esta razón, yo les pediría a los empleados de banca que, en lugar de dirigir sus iras contra los ciudadanos que nos quejamos de los horarios de los bancos, solicitaran a éstos la implantación de dobles turnos, algo que redundaría en beneficio de ambos colectivos. Teniendo en cuenta que los bancos, pese a incrementar cada vez más sus beneficios, están reduciendo drásticamente sus plantillas a costa de despedir y prejubilar empleados, no creo que se trate de una reivindicación disparatada.

Siguiendo con su carta, no estoy de acuerdo con esta persona en las “alternativas” que ofrece a quienes no podemos ir a los bancos por culpa de lo restringido de su horario: La banca telefónica no resuelve todos los problemas (¿qué me dice, por ejemplo, de querer hacer una consulta sobre la forma de invertir mejor una cantidad de dinero?), y en cuanto a las oficinas de horario ampliado son tan escasas (un ínfimo número en Madrid, y ninguna que yo sepa en el resto de las poblaciones de la provincia), y eso en las entidades que las han implantado, que su utilidad es, en la práctica, muy limitada.

Sí estoy de acuerdo con ella en su propuesta de pedir asimismo una ampliación de horarios en los servicios de atención al público de las Administraciones local, autonómica y nacional; pero esto no sirve de excusa para eludir lo anterior.