Censura de mi anterior carta



El motivo de la presente carta es doble. Primero, para agradecerles que me publicaran la que les envié ayer. Y segundo, para mostrarles mi total disconformidad con la mutilación a la que fue sometida por ustedes. Cierto es que, como todos los demás medios de comunicación, se reservan el derecho a resumirlas o extractarlas; pero es que ustedes no la han resumido, sino que la han mutilado (algo muy distinto) con una precisión diríase que quirúrgica, suprimiendo meticulosamente todos los párrafos en los que criticaba no al lector al que replicaba (esos sí los han respetado), sino a ciertas alienaciones sociales muy concretas tales como la telebasura, el bombardeo masivo con el fútbol, las discotecas, la música bacalao... Y eso solamente tiene un calificativo: censura.

Ustedes tienen perfecto derecho, y jamás lo cuestionaré, a publicar o no una carta concreta, pero esto no les autoriza a manipular a su antojo las publicadas alterando el sentido que les quisieron dar sus remitentes. Y por supuesto, ante la sospecha de que ésta sea su práctica habitual (conozco un caso muy reciente de un compañero de trabajo al que le hicieron algo similar) tengo claro que para mí han perdido toda credibilidad y, por lo tanto, renuncio a volver a colaborar con ustedes en lo sucesivo.


Enviada el 9-3-2004 a Metro Directo