Luces y sombras de la alcaldía de Bartolomé González
A los listados de luces y sombras de la alcaldía de Bartolomé González que circulan por ahí yo añadiría unas cuantas cosas más, y no precisamente positivas. Para empezar, no es de rigor que el Ayuntamiento se ponga la medalla del título de patrimonio de la humanidad, ya que quien lo cocinó, y gracias a quien salió, fue la Universidad.
Sólo en el apartado de infraestructuras habría mucho que hablar. Por ejemplo, el inconcluso y al parecer abandonado cierre de la circunvalación norte entre las carreteras de Daganzo y Camarma. O el absoluto desinterés por la mejora de la estación de tren (harían falta un acceso por el Campo del Ángel y ascensores para el paso subterráneo) y por el propio servicio de Renfe, recuerdo que se ha perdido la posibilidad de disponer de trenes directos a Barajas.
En cuestión de parques y jardines mejor no hablar, porque el balance es penoso, incluso a niveles tan simples como el arbolado de las calles, completamente abandonado a su suerte y, muy frecuentemente, con alcorques tapados para no tenerlos que replantar.
El servicio de bibliotecas sigue siendo decimonónico, siendo escandaloso comprobar que a estas alturas sigamos sin tener un carnet unificado. Eso sin olvidar que los nuevos barrios siguen careciendo de bibliotecas, y que las ya existentes tienen horarios muy poco compatibles con las necesidades de los usuarios. ¿Será porque da pocos votos?
El trazado de las líneas de autobuses urbanos es surrealista, y en cuanto a los interurbanos seguimos sin tener una estación mínimamente decente.
Podría seguir hablando, pero se haría demasiado largo. Terminaré preguntando qué demonios han hecho con todo el dinero que nos exprimen con los impuestos, dado que el ayuntamiento está totalmente arruinado y Alcalá hecha un auténtico asco.
Así pues, ¿dónde están las luces?
Enviada el 7-6-2012 como comentario a la edición digital de Diario de Alcalá