Regresa el fantasma de la sequía



Un año más nos dicen que regresa el fantasma de la sequía después de un invierno y una primavera bastante secos, y un año más nos dicen que las reservas del embalse de Beleña han comenzado a mermar y que, por esa razón, debemos ahorrar agua.

Lo irónico del caso es que Beleña es incapaz de retener todo el agua que arrastra el Sorbe en invierno, que se pierde inútilmente en cuanto el embalse se llena. La solución está prevista, consiste en hacer una derivación del Sorbe al vecino embalse de Alcorlo, que jamás se ha llenado ya que el río Bornova tiene menos caudal que el Sorbe y su capacidad, además, es el triple de la de Beleña.

Pero... con los ecologistas hemos topado, no los ecologistas de verdad que plantean un uso racional del medio ambiente, sino con esos que acostumbran a oponerse a todo por sistema, ya que díganme qué mal puede causar una tubería de unos 15 km. de longitud (las que abastecen a Alcalá desde Beleña son mucho más largas) que además podría ir enterrada.

Aunque, me temo, el obstáculo real no son los ecologistas, los cuales han sido aprovechados con intereses claramente políticos. En concreto de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, que ve con muy malos ojos (al igual que la CAM) que una mancomunidad de municipios situada a caballo entre ambas comunidades autónomas se escape así de su control absoluto, por más que no haya nada más lógico que una gestión conjunta de la cuenca del Henares a ambos lados de la artificial frontera que nos separa de Guadalajara.

Ya en su día el Canal de Isabel II, que no movió un dedo para ayudar a Alcalá durante la angustiosa penuria de agua de los años 70 y 80, intentó por todos los medios desmantelar la Mancomunidad del Sorbe con el peregrino argumento de que debían ser ellos quienes gestionaran el suministro de agua potable en todos los municipios de la CAM, por más que el servicio de la Mancomunidad fuera tan bueno (y además bastante más barato) que el del Canal. Y ahora, por lo que yo sé, es por el flanco de Castilla la Mancha por donde están emperrados en hacer algo parecido. Y ya que no han podido expulsar a Alcalá de la Mancomunidad, nada más fácil que boicotear las mejoras de su infraestructura.

En resumen: agua hay de sobra, y enlazando ambos embalses habría capacidad suficiente para almacenarla. Lo que no hay, me temo, es voluntad política. Y así nos va.

En cuanto al sensato argumento de que no se puede esquilmar a los ríos, es evidente que resulta necesario respetar los caudales ecológicos, algo que por desgracia en muchos casos no se ha hecho; ahí está, por ejemplo, el problema creado por el trasvase Tajo-Segura, que desnudó a un santo para vestir a otro. Evidentemente, no estoy de acuerdo con eso. Pero en Alcalá han sido frecuentes las inundaciones, principalmente por culpa de los grandes golpes de agua del Sorbe, y aunque desde que están regulados éste y los otros afluentes principales del Henares ya no ha vuelto a haber riadas (la última fue en 1970), lo cierto es que en ocasiones, no todos los años, pero sí algunos, el Henares ha tenido crecidas muy considerables. Basta con consultar las tablas de aforos de la Confederación Hidrográfica del Tajo.

Yo no defiendo que se esquilmen las aguas del Sorbe; me considero ecologista “de verdad”, y soy el primero al que le gusta disfrutar de los parajes casi vírgenes de la cuenca del Henares. Pero insisto, hay ocasiones en las que el Sorbe acarrea mucha más agua de la que necesita el caudal ecológico, y esos picos de crecida son los que no sólo se están desaprovechando (tengo fotos del Henares, no tan antiguas, a punto de desbordarse), sino que incluso podrían causar daños ya que, una vez que Beleña está llena y se tienen que abrir las compuertas, si el Sorbe sigue trayendo agua el riesgo de riada es francamente elevado.

En resumen, pienso que conciliar el respeto a nuestro entorno con el aprovechamiento racional de los recursos es plenamente posible. Lo malo, insisto, es cuando como ocurre en este caso hay interferencias políticas por medio.


Publicada el 21-4-2015, como comentario de un artículo, en Diario de Alcalá