El pabellón español de la Bienal de Venecia presenta este año una “obra de arte”, de la “artista” Lara Almarcegui, consistente en un montón de seis toneladas de escombros al “módico” precio de 400.000 euros. La “autora” afirma que su “trabajo” “no es una metáfora de la crisis española, habla del pasado y del futuro de la construcción, por el que también pasa la especulación inmobiliaria” (sic). Por su parte, el comisario de la cosa -y verdadero responsable de que ésta haya sido perpetrada- tiene la desfachatez de decir que “el cuestionamiento al dinero dedicado al pabellón español obedece a una campaña de la derecha contra la cultura”.

Y ahora opino yo. Tiene narices que como oses criticar una tomadura de pelo de este calibre, aunque no seas de derechas, te acusen de ser enemigo de la cultura. ¿De qué cultura? ¿De la de la caradura?

Por cierto, ya puestos, me gustaría proponer que nombren Monumento Nacional al vertedero de Valdemingómez . Para el caso...