Iceta y el indulto a los secesionistas



Respecto a la propuesta de Miquel Iceta de indultar a los políticos catalanes secesionistas para “cerrar heridas”, me gustaría recordar que, aunque no soy experto en derecho, encuentro en ella dos fallos fundamentales, uno formal y otro de fondo. El primero, radica en que para que haya indulto tiene que mediar una sentencia firme, por lo que no se puede indultar a quien no ha sido previamente juzgado y condenado. Por lo tanto, la conclusión no puede ser otra que la de que el señor Iceta está presuponiendo que ellos son culpables incluso antes de que haya comenzado la instrucción del caso.

En cuanto al segundo, conviene recordar que el espíritu del indulto es el de perdonar a quien está arrepentido de haber cometido el delito, y me refiero a arrepentimiento de verdad y no a un simple fingimiento que no convenza a nadie con dos dedos de frente. ¿Realmente se cumple ese arrepentimiento? En el caso de Puigdemont es evidente que no, en el de los encarcelados habría que hacer como en la mili con el valor, suponérselo, porque de sincero parece tener bien poco.

En cualquier caso, la propuesta de Iceta, y no por cuestiones ideológicas sino meramente prácticas, me parece oportunista, arriesgada y, si me apuran, hasta peligrosa. Pero sabido es que el PSC, con la complicidad de ciertos sectores del PSOE, lleva muchos años pretendiendo ser ni carne ni pescado, algo que tarde o temprano siempre se acaba pagando políticamente.


Publicada el 14-12-2017 en la edición electrónica de EL PAIS