La ORA en agosto



Agosto en un barrio cualquiera de Madrid, en el interior del anillo de la M-30. A causa de las vacaciones la ciudad está semivacía y abundan las plazas libres de aparcamiento, algo impensable en cualquier otra época del año. El ayuntamiento de Madrid, generoso él, ha suprimido el pago de la ORA por las tardes, pero no por las mañanas pese a que no hay el más mínimo problema para aparcar casi en cualquier lado.

Si no recuerdo mal, la implantación del aparcamiento regulado tuvo lugar, originalmente, para repartir mejor unas plazas de aparcamiento insuficientes... pero llegó Ruiz Gallardón con su megalomanía y lo convirtió en un negocio descarado para el ayuntamiento de la capital a costa, claro está, de los sufridos ciudadanos.




Aclaraciones a los comentarios de los lectores 1

Cuando hablaba de que originalmente no estaba planteado como negocio no me refería a la ORA, sino a la antigua zona azul de los años 60 y 70. Había que poner en el parabrisas unos discos de cartón con unas ventanitas en las que figuraban la hora de aparcamiento y la hora de salida, pero no se pagaba nada por ello. Lo de cobrarlo vino después, en principio (lo recuerdo perfectamente) “para que el servicio de parquímetros se autofinanciara”. Por cierto, en otras poblaciones como Alcalá de Henares no cobran a los residentes por la tarjeta de aparcamiento, algo que considero normal. En Madrid, sí.

Aunque Ruiz Gallardón no implantó la ORA -o el SER, como se llama ahora-, sí la extendió a una superficie mucho mayor del casco urbano, no sólo a todo el perímetro interior de la M-30, que ya es bastante, sino también a los cascos antiguos de algunos antiguos pueblos como Carabanchel u Hortaleza, incluyendo barrios donde jamás había habido problemas de aparcamiento. Si bien ya es posible que sus predecesores en el cargo lo plantearan como negocio, no cabe duda de que fue él quien le dio el espaldarazo definitivo.




1 La carta fue publicada en la edición electrónica de 20 Minutos, suscitando una serie de comentarios entre los lectores a los que respondí con esta puntualización.


Publicada el 11-8-2010 en la edición digital de 20 Minutos