Ahora que todos o casi todos los políticos (y en especial Esperanza Aguirre) están intentando, o diciendo intentar, reducir gastos en la Administración, me gustaría proponerle a la presidenta madrileña una manera efectiva de ahorrar unos cuantos millones de euros. Como es sabido, los diputados del parlamento nacional son 350. Puesto que la población española roza los 47 millones, corresponde a un diputado por cada 134.000 habitantes. Aplicando el mismo porcentaje al parlamento autonómico madrileño, y dado que la población de la Comunidad de Madrid se acerca a los 6 millones y medio, esto equivaldría a unos 48 diputados autonómicos.

Sin embargo en estos momentos hay 111, pero para las elecciones del año que viene está previsto que su número aumente hasta los 120, uno por cada 34.000 madrileños o, si se prefiere, una proporción dos veces y media superior a la del parlamento nacional. ¿No podrían suprimirse al menos esos nueve diputados autonómicos extra como forma de reducir los presupuestos? Cierto es que el estatuto de autonomía impone un diputado por cada 50.000 habitantes, pero también la Constitución contempla la ampliación del número de diputados y éste se ha mantenido constante desde que fuera promulgada, pese al continuo incremento de la población española.

A no ser, claro está, que las medidas de austeridad estén pensadas exclusivamente para los trabajadores públicos y los sufridos españolitos de a pie, y no para una casta política que defiende con uñas y dientes sus cada vez más injustificables privilegios.