En Islandia han procesado al ex-primer ministro Geeir H. Haarde por su presunta responsabilidad en la crisis bancaria de este país; previamente se le había obligado a dimitir de su cargo en 2009, y en la actualidad se encuentra retirado de la política.

Mucho más cerca de nosotros en todos los sentidos, el ex-primer ministro portugués José Sócrates, que había presentado su dimisión en marzo de este año al no ser aprobadas sus medidas de ajuste económico por el parlamento luso, tras perder las elecciones el pasado día 5 de junio ha dimitido inmediatamente como secretario general del Partido Socialista portugués.

Aquí, por el contrario, tenemos a un ex-presidente Aznar que, pese a ser el principal responsable de la burbuja inmobiliaria de cuya explosión estamos padeciendo ahora las consecuencias, se fue de rositas ganando sueldos millonarios y permitiéndose el lujo de soltar exabruptos continuos lejos de la discreción de los ex-presidentes norteamericanos, incluido su amigo George W. Bush. Y tenemos también al todavía presidente Rodríguez Zapatero, incapaz de resolver una crisis de la que no fue culpable pero cuya nefasta gestión ha agravado las consecuencias de la misma, pese a lo cual sigue aferrado al sillón negándose a dimitir como presidente o a convocar elecciones anticipadas, al tiempo que ha dejado bien claro que su cargo de secretario general del PSOE es intocable.

Definitivamente, Spain is different.